En una fecha como hoy, pero del 2020, Paraguay reportaba el primer caso de coronavirus. Días después, se declaraba la temida y eterna cuarentena sanitaria. El exministro de Salud, Julio Mazzoleni, sostiene que las medidas fueron efectivas.

El 7 de marzo del 2020, Salud Pública sorprendía con una conferencia de prensa de urgencia un sábado por la tarde, donde comunicaba la detección del primer paciente con Covid en Paraguay e instaba a “mantener la calma”.

En la ocasión se informaba que el afectado era un hombre de 32 años que llegó del Ecuador con un cuadro febril y molestias en la garganta. También se aclaraba que su caso no revestía gravedad, no obstante, todas las personas que tuvieron un mínimo contacto con él, desde su aterrizaje hasta su última parada en la consulta médica, fueron enviadas al aislamiento.

Tres días después, también en horas de la tarde, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez decretaba cuarentena total por 15 días y paralizaba por completo las actividades educativas, económicas y sociales.

Esta abrupta disposición cambió para siempre la vida de muchos y hasta hoy es criticada por algunos y elogiada por otro, como el exministro de Salud, Julio Mazzoleni, quien, en el tercer aniversario de la pandemia, reflexionó al respecto y consideró que la decisión fue correcta.

Para nuestra realidad, fue una medida acertada”, opinó hoy Mazzoleni, en una entrevista con radio Monumental.

Recordó que los cálculos iniciales, al ver lo que sucedía en Italia, era que la primera ola iba a dejar más fallecidos que los que se tienen a la fecha, es decir,  19.878.

En su artículo 1º, el decreto disponía restringir totalmente el tránsito de personas y vehículo y establecía que todos los habitantes debían permanecer en su residencia habitual y que solamente podían salir para desplazamientos mínimos e indispensables como la compra de alimentos, medicamentos y artículos de limpieza.

Las pocas excepciones eran las autoridades nacionales, los trabajadores de medios de comunicación, de supermercados, despensas, farmacias y la cadena logística para la provisión de alimentos, fármacos etc.

Por otro lado, días antes de la extensión, es decir, el 26 de marzo, ya se promulgaba la ley que declaraba emergencia en todo el territorio nacional ante la pandemia del Covid-19. La legislación habilitaba al Ejecutivo a tomar medidas excepcionales en lo presupuestario, lo fiscal y administrativo.

El Congreso aprobó un crédito de 1.600 millones de dólares por la emergencia, de los cuales, aproximadamente 400 millones eran para el Ministerio de Salud. Posteriormente llegaron otras medidas como la asistencia a los trabajadores suspendidos a través de un subsidio del IPS.

Los siete millones de dólares desembolsados por Paraguay a favor del mecanismo Covax, a la espera de la distribución “oportuna” de las vacunas, se esfumaron y hasta hoy no se avizora chance de recuperación, sin mencionar que las vacunas nunca llegaron y que, si no fuera por la donación norteamericana a gran escala, Paraguay hubiera tenido una tasa bajísima de inmunizados en los dos primeros años de pandemia.

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