Diputados y senadores nombran a sus hijos, esposas, nueras y otros familiares como asesores en ambas cámaras del Congreso. Mientras la indignación ciudadana crece, los políticos niegan que se trate de casos de nepotismo, aunque admiten que podía atentar contra la ética y la moral.

Una gran reunión familiar se vive a diario en las oficinas del Congreso, donde esposas, hijos, nueras y hermanos de legisladores y otros políticos poderosos copan las oficinas como asesores, la mayoría de ellos con jugosos salarios.

El escándalo por el nombramiento de los parientes se desató cuando salió a la luz la contratación de Alejandro Ovelar (20), como asesor en la Cámara de Diputados en marzo de 2023, con un salario de G.3.300.000.

El joven es hijo del senador Silvio Beto Ovelar, actual presidente del Congreso, que en principio defendía el nombramiento, alardeando, incluso, de la preparación de su retoño. “Lógicamente van a tener un desempeño brillante, porque tuvo un colegio bueno, por decirlo top, comparado con otro chico que viene del interior”, había dicho el legislador generando todo tipo de protestas en las redes sociales.

A raíz de esta situación, se destaparon más casos de jóvenes, que están haciendo sus primeras experiencias a nivel laboral, sin embargo ya ganan un sueldo superior a un médico o a un docente.

Es el caso de Montserrat Alliana Encina, que ingresó sin concurso a la Cámara de Diputados como asesora en el 2023 con un salario de G. 18.274.300. Su padre, el vicepresidente de la República, negó que se trate de un caso nepotismo y afirmó que la joven no renunciará a su cargo.

El diputado liberal Cleto Giménez, es otro que quiere estar cerca de su familia en su lugar de trabajo, ya que tiene como asesoras a su esposa y dos de sus hijas. Johana Denisse Giménez Rotela, gana G. 3.300.000 por ir a su oficina mientras que su hermana Danna Maricela Giménez Rotela, cobra un sueldo de G. 7.700.000.

La lista se completa con su esposa Liz Liliana Rotela, que cobra un salario de G. 4.500.000 por asesorar al legislador.

Giménez había anunciado que sus hijas iban a renunciar a sus cargos pero hasta el momento no lo hicieron.

Tras el aluvión de críticas también anunció una renuncia con piolita, Elías Martín Godoy Torres (19), hijo de la diputada liberocartista Roya Torres, que en su primera experiencia en el ámbito laboral ya ganaba la suma de G. 9.500.000 como asesor de su madre.

El joven, al igual que el resto de los hijos de los legisladores no se presentaba en su lugar de trabajo. Luego de varios días de ausencia, se dijo que cumplía sus funciones en una oficina regional en el Alto Paraná.

Este fin de semana se dio a conocer una denuncia formal planteada en contra de la diputada y su hijo ante la Fiscalía.

Denuncia
El abogado Hugo Armando Rojas presentó la acción por supuesta comisión de delitos de cobro indebido de honorarios, estafa y producción de documentos no auténtico. La denuncia señala que la legisladora Torres habría intercedido en la contratación de su hijo que apenas terminó el colegio.

Otro de los casos emblemáticos se dio con Silvana Busto Adorno, hija del diputado colorado José Domingo Adorno, quien no supo explicar a los medios la función que cumple en la oficina de su padre.

Cuando fue cuestionada en las redes sociales por este hecho irregular, la joven se burló de la ciudadanía jactándose de su condición, autoproclamándose “nepobaby” en su perfil de la red social Instagram.

Nepobabies –según explicó Alfredo Boccia– se denomina a los hijos de celebridades que aprovechan “las conexiones paternas para construir una carrera”.

La mayoría de los casos afecta al movimiento Honor Colorado y a sus aliados del partido liberal, que defienden a uña y diente estas designaciones. Otro de los casos fue el de Silvia Noemí Vega, esposa del diputado Benjamín Cantero.

Cantero se mudó a las filas del cartismo a cambio de un cargo para su esposa como asesora con un salario de G. 13 millones. El mismo alegó que a pesar de tener un salario de G. 37 millones, no alcanza.

El presidente de la República, Santiago Peña, cuando fue consultado por este tema, en una entrevista con radio Chaco Boreal 1330, evitó referirse al tema y apuntó contra su antecesor y correligionario, Mario Abdo Benítez, por nombrar a su hermano paterno como ministro de Hacienda, cargo que ejerció entre el 2018 y el 2020.

A pesar que niega que se haya violado la ley de nepotismo admitió la necesidad de avanzar en un proyecto de ley del servicio civil, para que se pueda controlar mejor el ingreso de personas a las instituciones del Estado.

Otro de los casos es el del senador liberal, pero afín al cartismo, Édgar López, quien también es miembro del Consejo de la Magistratura. Llevó a su esposa, Vidala Hastanasilda Franco Medina, y a su nuera, Andrea Letizia Paredez Acosta, a su oficina en el Congreso.

Franco Medina es funcionaria del Tribunal Superior de Justicia Electoral y fue comisionada a la Cámara de Senadores. Figura como asesora de su marido. Por su parte, Paredes Acosta es jefa del despacho del senador y llegó ahí por ser la novia de Édgar Ronald López Franco, hijo del parlamentario.

Asimismo, el diputado colorado Germán Solinger también tiene a su esposa en la Cámara Baja con un salario de más de G. 12 millones.

Mientras que, el senador por el PLRA, Líder Amarilla llevó a su hermana, una odontóloga de nombre Neyde Ydalia Amarilla de Coronel, como su asesora. Ella ya afirmó que no es nepotismo y adelantó que no renunciará porque considera que es idónea para el cargo.

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