El contrabando exasperante está matando el sueño y la esperanza de cientos de pequeños productores de cebolla. Una decepción generalizada se registra en el campo ante la falta de respuestas del Gobierno al reclamo por el flagelo actual.
El equipo periodístico de la Caja Negra (Unicanal) visitó el distrito de Colonia Independencia, departamento de Guairá, para conocer la situación de los pequeños productores de cebollas. Adentrándose por un camino de tierra roja de unos 20 km, se llega a la comunidad de Santa Rosa, donde numerosas familias se dedican a dicho rubro.
Allí los “cebolleros” atraviesan por una etapa crítica a causa del contrabando. El ingreso masivo de los productos ilegales satura el mercado local y obliga a bajar los precios de la producción nacional, esto repercute negativamente en las finanzas de los productores, quienes no pueden alimentar a sus familias y tampoco cumplir con sus deudas.
Los afectados ni siquiera pueden comercializar sus productos a un precio justo que al menos les permita cubrir los costos de producción. Sumamente desesperados, exigen respuestas al Gobierno Nacional para frenar el imperante contrabando o brindar medidas paliativas, siendo una de ellas la posibilidad de brindar un subsidio estatal.
Semanas atrás, los productores de cebolla de Paraguarí, Caaguazú y Guairá hicieron cierres intermitentes de la ruta en el acceso a La Colmena-Acahay para exigir resultados en el combate al contrabando. En la oportunidad, los manifestantes esparcieron sobre la calzada bolsas de sus productos y pasaron encima un tractor.
Mientras que la semana pasada los importadores y comerciantes de papa y cebolla cerraron media calzada frente al Abasto para solicitar la autorización para importar cebolla y papa.
Al no percibir una verdadera acción de parte del Gobierno, los productores de cebolla ahora se muestran muy decepcionados y se preguntan dónde está el “Marito de la Gente”. Reclaman además mayor presencia del ministro de Prevención y Combate al Contrabando, Emilio Fuster, quien semanas atrás reconoció que no están ganando la batalla contra el contrabando de la cebolla y del huevo.
Según Fuster, es muy difícil contener el contrabando por los múltiples factores que hacen apetecible esta forma de ingreso de mercaderías al país. Los elementos que se conjugan son la caída de la moneda de los países vecinos, el financiamiento de los grandes “manguruyuses” y la corrupción en la función pública.
Mientras el Gobierno sigue sin implementar un efectivo control que ponga fin al ingreso masivo de los productos de contrabando, las familias del campo deben aguantar el hambre y la desolación.
//Diario HOY.