Molesta por las críticas sobre la disposición de G 1.600 millones para la compra de bocaditos y jugos, la senadora Desirée Masi refirió que si es necesario se suspenderá el proceso licitatorio, ya que ahora estudian cuestiones más importantes sobre la deuda del país.
Lo llamativo es además el aumento de los gastos en alimentos que se prevén para el 2017. El menú ejecutivo pasa de G. 80.000 a G. 150.000, la carne asada de G. 60.000 a G. 145.000, los platos servidos que costaban G.40.000 pueden llegar a alcanzar los G. 180.000 el año próximo, en tanto que los embutidos pueden tener un precio de G. 60.000, con una diferencia de G. 40.000 más que el actual.
Estos alimentos son destinados para los días de sesión, es decir, cada jueves. Cuando las reuniones se alargan, los legisladores acceden a un adelanto en picadas para luego servirse el plato principal en la sala vip del quinto piso de la Cámara de Senadores, según el reporte de Rocío Pereira en comunicación con Telefuturo.
Desirée Masi, miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, se mostró molesta al ser consultada al respecto. Dijo que ella entiende que los alimentos no solo son para las sesiones, sino también para los actos culturales. «No se preocupen, todo se va a suspender», respondió a la prensa.
La legisladora considera que este no es el verdadero problema del país, atendiendo a que actualmente están estudiando un préstamo de USD 100 millones para pagar una deuda. «Ahora estamos discutiendo la deuda que se paga con la deuda», refirió.
«Si exigimos austeridad en otras instituciones debemos empezar por la casa», dijo a su vez el senador Silvio Ovelar./UH