Del 1 al 7 de agosto, como cada año, se celebrará la “Semana Mundial de Lactancia Materna”, con el fin de sensibilizar y concienciar sobre la importancia de la práctica del amamantamiento, para prevenir enfermedades y disminuir la mortalidad neonatal. En Paraguay, la “Semana Nacional de Lactancia Materna”, se recuerda la segunda semana de agosto.
Este año, la celebración, en la primera semana de agosto, lleva por lema “proteger la lactancia una responsabilidad compartida”. El lema recuerda que todos y todas deben informarse, involucrarse y movilizar acciones para proteger y apoyar la lactancia materna. Esto ayudará a garantizar la supervivencia, la salud y el bienestar de la niñez y sus familias, y es clave para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sin dejar a nadie atrás.
La pandemia de COVID-19 plantea enormes desafíos para la comunidad mundial. Garantizar la supervivencia, la salud y el bienestar de las personas es más importante que nunca. En ese sentido, es clave recordar que, la lactancia materna es la base de la vida y contribuye a la salud a corto y largo plazo, a la buena nutrición y a la seguridad alimentaria en situaciones de emergencia y que no sean de emergencia. También, es un derecho humano que debe respetarse, protegerse y cumplirse. La lactancia materna no sólo es segura sino que también previene la mortalidad neonatal.
Esta práctica natural es el mejor modo de proporcionar al recién nacido los nutrientes que necesita. La OMS la recomienda como modo exclusivo de alimentación durante los 6 primeros meses de vida; a partir de entonces se recomienda seguir con la lactancia materna hasta los 2 años, como mínimo, complementada adecuadamente con otros alimentos inocuos.
Es fundamental que los gobiernos y otras partes interesadas sigan colaborando en la creación de un entorno multisectorial favorable y amigable con la lactancia materna, una parte vital para proteger y apoyar esta práctica natural.