La Policía Nacional procedió a la detención del segundo implicado en el asesinato del hincha del club Olimpia en Villa Elisa. El joven se entregó a las autoridades. Además, dio su versión de los hechos y pidió perdón a la familia de la víctima.

Junior Alejandro Escurra Orué (26), alias de Cabecita, líder de una facción de la barrabrava de Cerro Porteño, se entregó el lunes a la Policía Nacional tras permanecer prófugo de la Justicia. Tenía orden de captura por el asesinado del hincha de Olimpia, Ángel Enrique Lemo Valdez, alias Kike, que se registró en la ciudad de Villa Elisa, Departamento Central.

En el crimen participaron cuatro personas que llegaron a bordo de un automóvil hasta la vivienda de la víctima fatal, quien se encontraba con unos amigos sentado en la vereda. Tres bajaron del rodado y dos dispararon contra el hombre.

Por este caso, el primer detenido fue Elías Fabián Paredes (26), quien sería el conductor del vehículo, quien se declaró inocente y afirmó que solo fue contratado por unos amigos como chofer de plataformas y no sabía que planeaban cometer un crimen.

El comisario Hugo Velázquez, del departamento de Investigaciones de Central de la Policía Nacional, indicó que este segundo implicado “tenía cargo de conciencia” y decidió entregarse a las autoridades. Señaló que Escurra Orué se encontraba sentado detrás del conductor y es la persona que aparece sin ningún arma en las imágenes de circuito cerrado.

Las dos personas que aún permanecen prófugas son Alex David Mongelós Mendoza, alias Titiqui, quien es la persona que tenía el arma larga y que estaba como copiloto, y Freddy González.

“La bandera era el tema”
Junior Alejandro Escurra
habló con NPY y primero pidió disculpas a la familia de Ángel Enrique Lemo Valdez. Luego afirmó que no era la intención cometer un asesinato. “Todo era por la bandera, ese era el tema. Nosotros queríamos quitarle su camisilla para poder negociar”, expresó.

Descartó que el crimen se cometió por una supuesta deuda, testimonio que brindó el primer detenido. Tampoco sabe por qué actuaron así sus amigos. “No sé si se asustaron o qué”, expresó.

“Yo quedé en shock y me fui a casa, hasta ahora no creo lo que pasó, por eso me entregué”, sostuvo al tiempo de mencionar que antes de tomar esa decisión tenía que poner “todo en orden” en su familia. “Sí o sí me iba a entregar porque mi intención no era matarle, tampoco tengo antecedentes”, agregó.

El origen de la bandera robada de Cerro
La muerte de Ángel Enrique Lemo Valdez, alias Kike, líder de una de las facciones de la barra organizada del Club Olimpia, tiene su origen en un hecho ocurrido seis años atrás, con una muerte de por medio y una bandera robada, según datos que manejan los investigadores.

Para reconstruir la historia habrá que remontarse al 21 de abril de 2019, cuando se jugaba un clásico entre Cerro Porteño y Olimpia en el estadio Defensores del Chaco.

Ese día se dio un enfrentamiento brutal entre hinchas de Cerro Porteño, pero que militan en las facciones La Plaza y Comando. La trifulca tuvo lugar en Barrio Obrero, en inmediaciones al estadio La Nueva Olla.

Jesús Alberto Monín Silva, que por entonces contaba con 22 años, intentó correr del enfrentamiento y mientras huía fue atropellado por un automóvil en la esquina de las calles Estados Unidos y Octava Proyectada.

El fallecido era líder de la barra Comando y sus compañeros juraron venganza en aquel entonces, según el seguimiento que se hizo en radio Monumental 1080 AM.

En su honor confeccionaron una bandera azulgrana con su rostro y la frase “Jesús vive” que era exhibida en los principales partidos donde jugaba el club de barrio Obrero, mientras recrudecía la rivalidad entre Comando y La Plaza.

Fue esa la bandera que se llevaron integrantes de la barrabrava del Club Olimpia y cuyos hinchas de Cerro querían recuperar.

//Ultimahora.com.


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