El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, anunció este sábado la cancelación de la fiesta oficial de fin de año en la ciudad, que antes de la pandemia atraía a millones de turistas, tras registrarse los primeros casos de la variante ómicron del coronavirus en Brasil.
«Vamos a cancelar la celebración oficial de ‘Réveillon’ de Río. Tomo la decisión con tristeza, pero no podemos organizar la celebración sin la garantía de todas las autoridades sanitarias», afirmó Paes en sus redes sociales.
El alcalde de la capital fluminense subrayó que su administración «respeta la ciencia» y que acataron la recomendación «más restrictiva», pues, según reveló, el comité de científicos del Ayuntamiento era favorable a los festejos, pero el del estado de Río, no lo era.
«Espero poder estar en Copacabana abrazando a todos en el cambio de 2022 a 2023. Se echará de menos este año, pero lo más importante es que sigamos vacunando y salvando vidas», añadió.
Río se suma así a al menos otras 21 capitales regionales -de un total de 27- que también decidieron no organizar ningún tipo de evento público o conciertos para recibir al 2022, entre ellas Sao Paulo, la ciudad más populosa del país.
El principal motivo es el temor a un nuevo repunte de la pandemia de covid-19, que ya ha causado más de 615.000 fallecidos y 22,1 millones de infectados, en medio de la alerta por la aparición de la variante ómicron.
Brasil ha registrado, hasta el momento, seis casos de este nuevo linaje del SARS-CoV-2, que fue notificado por primera vez en Sudáfrica el pasado 25 de noviembre y del que todo apunta que es más transmisible que sus predecesores.
Los tres primeros infectados se reportaron en Sao Paulo, que además fueron los primeros en Latinoamérica; ha habido otros dos en el Distrito Federal de Brasilia; y este vieres se confirmó el sexto en Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay.
Ello ha puesto en alerta a los gobiernos regionales y municipales brasileños, en un momento en que el ritmo de contagios y muertes está en sus menores niveles desde que irrumpió el virus, gracias al avance de la vacunación, que ha permitido que un 64 % de la población esté con la pauta completa.
//EFE