Italia registró 368 nuevos decesos relacionados con el coronavirus en 24 horas, con lo que el número de muertos ascendió a 1.809 en el país, el más castigado de Europa, según un balance de ayer de la Protección Civil.

Al igual que el sábado último, el número de contagiados también aumentó, con 3.509 casos nuevos en 24 horas, llevando el total a casi 25.000. La región de la ciudad de Milán, capital de Lombardía (norte), es la más afectada, con 1.218 muertos y 13.272 casos.

En esta región, las medidas de confinamiento entraron en vigor hace una semana. Luego se extendieron al resto del país, lo que, según el primer ministro, Giuseppe Conte, debería dar resultados tangibles en dos semanas. Las autoridades lombardas expresaron su preocupación por la capacidad de sus hospitales para responder a la pandemia.

“Las cifras siguen aumentando. Pronto llegaremos a un momento en el que no tendremos más camas de reanimación (cuidados intensivos)”, advirtió ayer Attilio Fontana, gobernador de Lombardía, antes de publicarse el último balance.

En la región hay unas 800 personas ingresadas en unidades de cuidados intensivos. Según Fontana, se prevé un hospital provisional con 500 plazas de terapia intensiva.

PONTÍFICE. El papa Francisco salió del Vaticano en la tarde de ayer para orar en la basílica romana de Santa María Mayor y “rogar a la Virgen”, confirmó la Santa Sede.

Roma, como el resto de Italia, está sometida desde el martes a un estricto confinamiento a causa de la epidemia de coronavirus. Sus habitantes no pueden salir de sus casas, salvo por razones imperativas como ir a trabajar, hacer compras o a la farmacia. El Papa luego “caminó a pie, como en peregrinación, una porción de la Vía del Corso”, una de las principales arterias de Roma, completamente vacía, para ir a pie en la iglesia de San Marcello al Corso, acompañado solo de efectivos de seguridad.

En esta iglesia se encuentra un crucifijo milagroso que en 1.522 fue llevado en procesión por los barrios de la ciudad para poner fin a la “Gran Peste” en Roma. El Pontífice argentino oró por “el fin de la pandemia que afecta a Italia y el mundo, imploró por la curación de muchos enfermos”, añadió la Santa Sede. Sus oraciones fueron dirigidas “también a obreros de la salud, a los médicos, enfermeras y quienes en estos días garantizan el funcionamiento de la sociedad”.