En el Complejo Penitenciario N° 1 de San Luis donde se encuentran las asesinas del pequeño Lucio Dupuy, Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez, las mismas fueron golpeadas de forma brutal por otras presas. Las mujeres estaban primeramente en la Seccional Sexta de Santa Rosa, pero por “serios incidentes”, las trasladaron al Penitenciario donde esperan su condena; sin embargo, ahora fueron agredidas por otras reclusas tras haber sido declaradas como culpables del crimen del niño de 5 años.
Tras el hecho, Magdalena y Abigail fueron puestas en aislamiento para resguardar su seguridad y medios de Argentina informaron que las autoridades penitenciarias temen por la integridad física de las dos mujeres. Por otra parte, el viernes 17 de febrero, el Tribunal de Audiencias de Santa Rosa dará a conocer la condena para las dos mujeres encontradas culpables por la muerte del pequeño de 5 años.
El caso fue caratulado como delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento; ante esto, la fiscal Verónica Ferrero pidió prisión perpetua porque el Código Penal prevé solamente esa pena para estas figuras. Por su parte, el abogado del papá de Lucio Dupuy, José Mario Aguerrido, solicitó que además se las recluya por tiempo indeterminado, mientras el abuelo del niño, Ramón Dupuy, insistió en que se las encarcele por separado.
La abogada de Abigail, Silvina Blanco, le confirmó al portal de noticias TN que las asesinas de Lucio no estarán en la sala de audiencias en el momento en el que se anuncie el fallo, ni tampoco verán el veredicto desde la cárcel de San Luis en la que actualmente se encuentran recluidas, pese a que la jornada judicial será transmitida por el tribunal de La Pampa; los abogados de las mujeres mantendrán informados a las mismas sobre su sentencia.
Una vida arrebatada
En el 2019 los progenitores del pequeño Lucio se habían separado y, debido a que su padre trabajaba lejos y su madre se encontraba sin empleo, permaneció bajo la custodia de sus tíos. No obstante, en el 2020, luego de una serie de conflictos judiciales, familiares y hasta policiales, se estableció que el pequeño se quedaría definitivamente con Magdalena, su madre, quien alegaba en ese entonces estabilidad financiera y laboral, y se encontraba en pareja con Abigail.
Sin embargo, a partir de ese hecho se dio inicio a una serie de torturas, maltratos y castigos inhumanos por parte de la pareja hacia el pequeño. El día de su muerte, la autopsia registró que el niño era víctima de constantes golpizas brutales, que finalmente Lucio ya no pudo soportar y le terminaron arrebatando la vida; más datos forenses indicaron que el pequeño incluso era víctima de abuso sexual; Abigail fue encontrada culpable sobre ese hecho, mientras que Magdalena fue absuelta.
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