En el encuentro del Buró Político del PCC, fue presidida por el primer secretario de la formación y dictador de la isla, Miguel Díaz-Canel, en la que evaluaron las multitudinarias manifestaciones espontaneas de los ciudadanos cubanos que exigen libertad.

El ex jefe de la dictadura comunista cubana, Raúl Castro, participó en una reunión de la cúpula del Partido Comunista (PCC, único legal) en la que se abordaron las masivas protestas en contra del régimen castrista del domingo, informaron este lunes medios estatales.

En la reunión del Buró Político del PCC, presidida por el primer secretario de la formación y dictador de la isla, Miguel Díaz-Canel, “se analizaron las provocaciones orquestadas por elementos contrarrevolucionarios, organizados y financiados desde Estados Unidos con propósitos desestabilizadores”, afirma un comunicado difundido por la Agencia Cubana de Noticias.

“Los integrantes del máximo órgano partidista abordaron además la ejemplar respuesta del pueblo al llamado del compañero Díaz-Canel a defender la Revolución en las calles lo que permitió derrotar las acciones subversivas”, agrega la escueta nota oficial.

Por el momento no han aparecido en los medios estatales cubanos imágenes de video o fotografías que muestren en la reunión al menor de los hermanos Castro, quien cumplió 90 años en junio y en sus últimas apariciones públicas aparentaba encontrarse en buen estado de salud.

Miles de cubanos tomaron las calles el domingo para protestar contra el régimen al grito de “¡libertad!” en una jornada inédita que se saldó con decenas de detenidos y enfrentamientos después de que Díaz-Canel conminara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.

Las protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado “maleconazo” de agosto de 1994, se produjeron con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.

Este lunes el dictador, a quien Raúl Castro le delegó el liderazgo del PCC en abril pasado, compareció junto a miembros de su gabinete durante varias horas en la televisión estatal para hablar sobre los principales problemas de la isla.

En esa intervención, Díaz-Canel volvió a insistir en culpar a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones y al embargo que ese país mantiene sobre Cuba desde hace seis décadas del grueso de las penurias económicas que atraviesa la isla.

Poco acostumbrados a ver revueltas callejeras fuera de la tele y, menos aún, a policías usando porras, gases lacrimógenos o haciendo disparos al aire, los cubanos todavía digieren las históricas protestas del domingo contra el gobierno.

“Nunca había sucedido algo así”, asegura Yoelnis Pérez, de 35 años. “Me asombré, me asusté, porque fue algo masivo. En los 35 años que tengo no había vivido esa experiencia”, explica a la agencia AFP esta profesora de arte, que salía de la escuela de la Habana Vieja, donde trabaja, cuando notó un inusual trasiego de policías y patrullas por la zona.

Pero las miles de personas que, como Pérez, salieron a las calles, tienen distintos motivos para protestar.

Cuba, además, se encuentra sumida en su mayor crisis económica en más de dos décadas, con un fuerte déficit en la balanza de pagos e incapaz de afrontar su deuda exterior. En 2020 el PIB se desplomó un 11%, su peor caída desde 1993.

La escasez de productos básicos, alimentos y medicinas, los rutinarios cortes de electricidad en algunas regiones y la generalización de tiendas de pago exclusivo en divisas motivaron las manifestaciones que estallaron primero en San Antonio de Los Baños (30 kilómetros al este de La Habana) y se extendieron luego a otras localidades, incluida la capital cubana.

El régimen tilda de “mercenarios” y “lacayos” a los participantes en las “acciones de descrédito” como ha descrito las masivas protestas. El presidente Díaz-Canel respondió llamando a sus partidarios a salir a las calles para combatir las protestas.

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