La educación en la casa ayuda a que las personas no sean violentas. Revertir la conducta violenta en el caso de los adolescentes y jóvenes es más fácil.
El desconocimiento, la falta de atención preventiva y el tratamiento adecuado de los trastornos mentales contribuyen a que las situaciones de violencia física y feminicidios vayan en aumento, junto con la situación socioeconómica, factores culturales, y abuso de alcohol y otras sustancias conforman “un combo de dinamita”.
Así lo explicó la Dra. Viviana Riego del Departamento de Salud de la Infancia y Adolescencia y del Departamento de Psiquiatría, quien afirmó que educar con el ejemplo en la casa, ayuda.
Señaló que la educación en la casa ayuda a que las personas no sean violentas y que se educa mejor con el ejemplo.
“Debemos cuidar lo que les decimos a nuestros hijos, pero sobre todo lo que hacemos, nuestros hijos e hijas nos están mirando todo el tiempo”, explicó. Para cambiar conductas violentas debe haber sobre todo voluntad real, acudir al psiquiatra y psicólogo, para una terapia que lo ayude.
Comentó que es más fácil revertir la conducta violenta en el caso de los adolescentes y jóvenes que terminan con un primer noviazgo y ven que el mundo se les acaba, momento en que puede surgir algún episodio violento.
Éste sí tiene buenos ejemplos en la familia y logró pedir ayuda es más fácil que se reencause.
Ola de feminicidios es multifactorial
Esta escalada se da por muchas causas y que el encierro sufrido durante la pandemia por la pandemia del Covid-19, hizo que afloren más los problemas de salud mental.
El feminicidio se constituye en un problema social, ya que cuando hay hijos de por medio, quedan huérfanos y muchas veces desamparados.
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La Dra. Riego resaltó que cuando el hombre maltrata, humilla o aplica otros tipos de agresiones verbales hacia su pareja, no se deben minimizar estas acciones justificándolas simplemente como una “persona tóxica”, porque son agresiones que luego suben de tono llegando a los golpes que puede terminar en feminicidio.
Departamento de Salud de la Infancia y del Departamento de Psiquiatría de la FCM-UNA (0995) 683-050, de lunes a viernes de 8:00 a 10:00.
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