Productores de la localidad de Carmen del Paraná, Departamento de Itapúa, denuncian la llamativa y extraña muerte de sus ganados vacunos, tras recibir las dosis de la vacuna antiaftosa. El hecho afecta a varios agricultores y sospechan que podría ser a raíz de la aplicación de vacunas vencidas o mal conservadas en su cadena de frio.
El extraño caso afecta a agricultores de la localidad del Carmen del Paraná, Departamento de Itapúa. Según relatos, sus ganados perecieron luego de recibir la dosis de vacuna antiaftosa.
En cuestión de días, ya murieron unos siete animales, entre vacas lecheras, toretones y vaquillas, además de varias cabezas de ganado con síntomas de enfermedad, totalmente debilitados y sin ganas de alimentarse.
Ante la grave situación, los productores afectados exigen que se tomen las medidas necesarias a fin de conocer las causas reales y así poder evitar más mortandad.
Asimismo, denuncian que responsables del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) de Itapúa, sin ningún tipo de muestras o estudios a los ganados muertos, les aseguraron que se trataba de rabia bovina.
Lo llamativo del caso es que gran porcentaje de animales vacunados presenta una importante hinchazón en la zona donde se aplicaron las vacunas y en algunos casos revienta, generándose importantes heridas.
Ante esta grave situación y la nula respuesta de parte del ente responsable, los vecinos decidieron hacer la denuncia pública y piden urgente respuesta, considerando la gran cantidad de animales que presentan síntomas.
Los propietarios, cuyos animales ya murieron, son Estanislao Raychacowki, Susana Kalabura, Pedro Turchyn, Basilio Sawkiw, Pedro Simko, Norberto Sawer, Pedro Anastasio Nita y Andrés Sawkiw. Mientras que son muchos más los productores con animales con síntomas, quienes urgen atención a la situación que los afecta.
Al respecto, Pedro Anastasio Nita, poblador de la zona de Calle B, Carmen del Paraná, indicó que la situación que se presenta tras la vacunación contra la fiebre aftosa es preocupante.
«En mi caso, un animal que después de tres días de aplicarle la vacuna se infectó y murió en una semana. Vino el doctor (Edgar) Rodríguez y dijo directamente que es rabia. Entonces, le dije al doctor que ellos (los de Senacsa) trajeron a esparcir la rabia por este lado, porque después que les vacunaron, empezaron a enfermarse los animales”, indicó el productor.
«Nosotros sospechamos que es a raíz de la vacunación (que ocurrió esta mortandad). Creemos que las vacunas son vencidas o que no estuvo bien refrigerada y ellos no quieren aceptar. Ya no sabemos a quién recurrir», manifestó.
Añadió que están preocupados por la situación, ya que si argumentan que la mortandad fue por rabia, señalan que los de Senacsa no hicieron ningún estudio y análisis.
«Directamente dijeron es de rabia. Estamos indignados los vecinos de este lugar. Tenemos seis vecinos a los cuales se les murió su vaca, torito, vaquilla, y en mi caso, una vaca lechera de la raza jersey, que tiene un costo de entre G. 8 a 10 millones. El daño es enorme y no sabemos cómo hacerle entender a esta gente (de la Senacsa) que reconozca su error. Todos los (productores) que vacunaron sus animales tienen una infección, como una pelota (hinchazón) en el área que se aplicó la vacuna, que se nota a simple vista. Algo tiene esa vacuna”, denunció Nita.
Por su parte, Andrés Sawkiw, agregó que casi todos los ganados vacunados presentan una infección, originado en el área de la vacunación.
En ese sentido, piden al Senacsa que realice una investigación y brinden la explicación correspondiente al caso, ya que argumentan que sería por parásitos o por rabia, pero no les brindan documentación alguna, agregó Sawkiw.
De ser cierto que se trata de un brote de rabia bovina, no deja de ser grave, atendiendo que la rabia es una enfermedad causada por un virus que ataca al sistema nervioso central de los animales de sangre caliente, ocasionando cambios en su comportamiento, locomoción y sensibilidad, y que también pueden enfermar al ser humano. Cabe señalar que la rabia no tiene cura y no existe tratamiento médico, por lo que la muerte del ganado es inevitable.
El animal enfermo presenta síntomas de debilidad de la parte posterior, dificultad al caminar, luego caen y ya no se levantan, y mueren en un plazo de tres a a diez días.
Según los expertos, la rabia puede ser transmitida por carnívoros silvestres o por murciélagos conocidos con el nombre de hematófagos (animales que se alimentan de la sangre de otros animales). Asimismo, el único método para arribar a un diagnóstico certero es extraer el cerebro del animal presuntamente enfermo y enviarlo al laboratorio específico para su análisis.
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