Pese a las adversida­des, Olimpia y Cerro Porteño (con 7 uni­dades cada uno) no están en condiciones de dar “ni un paso atrás”, en ocasión del primer superclásico del año, que tiene como anfitrión al Decano. El partido estelar de la fecha 5 tendrá como escenario el “Bosque” de Para Uno.

La emoción se multi­plica en la previa y se eleva a su máxima expresión el día del partido. Los dos equipos están concentrados en un resultado positivo, antes de buscar excusas, o tirarle un “siempre mentiroso favori­tismo” al rival.

Pese a las bajas por contagios de covid-19, el entrenador de Cerro Porteño Francisco “Chiqui” Arce se ha ingeniado para presentar un equipo res­petable, de buenos hombres y nombres, partiendo desde la defensa, siguiendo al medio.

En defensa no están dispo­nibles los centrales titulares Alexis Duarte y Juan Patiño, además quedó al margen por lesión Santiago Arzame­dia. En el medio, otra ausen­cia es la del capitán Mathías Villasanti, quien se suma a una de las primeras bajas que fue Enzo Giménez. El Ciclón ha empatado (2-2) en su última presenta­ción frente a Guai­reña.

Olimpia ha tenido menos problemas por con­tagios y el lateral Ser­gio Otálvaro, quien estaba en aislamiento preventivo, dio nega­tivo en la última prueba y está para ser titular. Roque Santa Cruz, quien llega un poco golpeado, también hizo el esfuerzo, ya que nadie quiere perderse el estelar juego, por lo que el capitán franjeado arranca el partido. El Decano se motivó tras golear 3-0 a Guaraní, en su última presentación.

La mesa está servida, a esperar la hora y que los resultados de los últi­mos test sean negati­vos para evitar más bajas. El árbitro Éber Aquino repite por sexta vez consecutiva en un superclásico, sin dudas, el mejor de la actua­lidad. Por primera vez, una mujer aparece en la designa­ción. Nancy Fernández está nominada como asistente en el VAR (videoarbitraje). // Versus