El jefe de Homicidios de la Policía Nacional, César Silguero, informó este viernes que existen indicios que hacen presumir que el hombre hallado muerto en un congelador en el barrio Itá Enramada conocía a sus asesinos.
La hipótesis refiere que el caso de Luis Ángel Gómez (60), encontrado muerto por su hijo David Gómez Ramírez en la tarde de este jueves, se trataría de un robo, ya que no se halló el automóvil de la víctima y tampoco el teléfono celular.
Así mismo, Silguero expresó a Telefuturo que las evidencias encontradas, entre las que se tiene una silla plegable con restos de sangre y fragmentos de vidrios de una botella, hacen presumir que la víctima estaba sentada y conversando con alguien al momento de ser atacado.
La persona habría sido conocida de Gómez, señalan fuentes policiales, en base a que no hay evidencias de que el autor del ataque haya ingresado a la fuerza al lugar del asesinato.
La fiscal del caso, Mercedes Caniza, solicitó copias del circuito cerrado de las viviendas aledañas al lugar del hecho. Los investigadores suponen que más de una persona participó del crimen.
Así también, tras la intervención fiscal y policial, se pudo hallar un cuchillo, con el que creen se habría perpetrado el asesinato y el cual será sometido a pruebas de huellas dactilares, informó el Ministerio Público.
La médica forense Felicia Mora determinó que la víctima sufrió seis heridas de arma blanca, una de ellas de mayor profundidad, y que la víctima habría fallecido el día martes, cuando mantuvo comunicación por última vez con su hijo.
El hombre se desempeñaba como cuidador de la vivienda donde se lo encontró muerto, ubicada sobre la calle Coronel Abrahán Schweizer, una propiedad que pertenece a una inmobiliaria.