Las reclusas del penal de mujeres de Ciudad del Este advirtieron que «darán su merecido» a la mujer imputada en el caso de Naydelin, la niña de 7 años raptada y asesinada en Minga Guazú. Autoridades enviarán a la sospechosa a otra penitenciaría.
Internas del Centro Penitenciario para Mujeres Juana María de Lara de Ciudad del Este anunciaron que se vengarán por el crimen de Naydelin, la niña raptada y asesinada en Minga Guazú, Departamento de Alto Paraná. La madre del principal sospechoso del caso está recluida en el penal, pero en aislamiento.
Se trata de Limpia Concepción Núñez, madre de Héctor Eduardo Martínez Núñez, imputado por homicidio doloso en este caso. La jueza Dólica Giménez decretó el miércoles la prisión preventiva de la mujer, quien está procesada por los supuestos hechos de violación a la Ley de Armas y frustración de la ejecución penal.
Naydelin fue raptada el sábado pasado en Minga Guazú, Departamento de Alto Paraná. Su presunto cadáver totalmente calcinado fue encontrado en una propiedad ubicada a la altura del kilómetro 26 de la ruta PY02 el domingo.
“Cuando (las presas) escucharon la noticia, porque le estamos teniendo a ella en una sala de prevención especial hasta tanto ella sea trasladada a otro centro penitenciario (…), tres internas dijeron: bueno, tráiganla aquí que le vamos a dar su merecido», comentó a NPY la directora del penal, Claudia Riveros.
«Entendemos que hay mucha reprochabilidad en el caso, entonces se alteró un poco la población al saber que está recluida en Juana María de Lara», añadió la funcionaria.
En ese sentido, indicó que en las próximas horas la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios decidirá el lugar de reclusión de Limpia Núñez.
ecalcó que el Código de Ejecución Penal establece que el Ministerio de Justicia y en particular los responsables de las penitenciarías están obligados a resguardar la integridad física y mental de los internos.
Los presos de la penitenciaría regional de hombres de Ciudad del Este también amenazaron de muerte a Héctor Martínez. A raíz de las amenazas, él tuvo que ser llevado a la cárcel de San Pedro.
En un principio, la Policía Nacional informó que Martínez confesó haber cometido el crimen, aunque entró en contradicciones. Sin embargo, después el propio detenido grabó un video donde decía ser inocente. El video circuló en redes sociales y grupos de WhatsApp.
La Fiscalía sostiene que Martínez cometió el crimen en venganza a la tía de la niña, una adolescente de 17 años con quien él mantuvo una relación sentimental. Tras la separación, el hombre supuestamente amenazó de muerte a toda la familia.