Los familiares del ganadero Félix Urbieta volvieron a pedir la libertad del secuestrado. Este lunes se cumplen cuatro años de la desaparición y hasta el momento nada se sabe de su paradero. Los allegados siguen con la esperanza de encontrar con vida al hombre.
Abrimos una brecha de esperanza en la que podamos retomar las comunicaciones y tener noticias. Queremos un canal de comunicación con esta gente, si es que los secuestradores acceden a una salida humanitaria, teniendo en cuenta los nexos que tiene esta gente”, señaló Liliana Urbieta, hija del secuestrado, en conferencia de prensa.
Sostuvo que la familia pide garantías para la vida de Félix Urbieta, a fin de que el ganadero vuelva con sus seres queridos y termine el sufrimiento de todos. Reiteró que no hubo más comunicación con los captores desde el 2017, pero siguen a la espera de novedades.
Liliana Urbieta manifestó incluso que la esposa de Alejandro Ramos, uno de los líderes del Ejército del Mariscal López, una célula del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y que había privado de libertad al ganadero, es familiar de ellos, por lo que apelan a los vínculos a fin de tener alguna noticia sobre el hombre.
No tenemos ninguna información. Los secuestradores nos solicitaron un monto, no reunimos la totalidad y tuvimos que recurrir a varios amigos de papá, que no nos respondieron. Una de las condiciones de los secuestradores fue hablar con la prensa y salí en esa fecha, pero nos fallaron y no pudimos completar el pago del rescate de mi papá”, agregó.
Un video grabado en enero del 2017 salió a la luz el 7 de marzo de ese año, fue la única prueba de vida que recibió la familia del ganadero. En diversas ocasiones reiteraron el pedido de prueba de vida a través de conferencias de prensa y varias movilizaciones en el norte del país.
El ganadero fue privado de su libertad el 12 de octubre del 2016, en el interior de la estancia San Francisco del distrito de Horqueta, departamento de Concepción.
Al inicio sus captores solicitaron la suma de US$ 500.000 para la liberación de Urbieta, monto que la familia refirió que no cuenta. Posteriormente, el rescate disminuyó hasta US$ 350.000. La familia ofreció US$ 150.000, hasta que posteriormente finalizaron las negociaciones.
// La Nación