El sector privado pide planes claros para auxiliar a rubros afectados por cuarentena sanitaria y pone como ejemplo el caso de Uruguay que seguirá aplicando descuentos a funcionarios públicos con altos salarios. Los estatales paraguayos fueron los únicos trabajadores que no sufrieron caída de ingresos en el 2020.
Beltrán Macchi, titular de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), indicó que no se puede desconocer el nivel de contagio de Covid-19 y la saturación de los servicios sanitarios. “Siempre vamos a tener gente de acuerdo y en desacuerdo, pero creo que debemos acompañar esta cuarentena estricta”, dijo.
No obstante, resaltó la necesidad de implementar las medidas complementarias en lo económico que puedan dar un soporte a las personas que se ven muy afectadas por las restricciones.
Así también subrayó que debe analizarse cómo mejorar el sistema de salud, el cual está completamente colapsado. “Además de las medidas de prevención, hay que reforzar el sistema sanitario”, dijo en conversación con el canal Gen y radio Universo.
Macchi afirmó que existe mucha incertidumbre y que se necesita visualizar un plan de parte de las autoridades. Y citó el modelo uruguayo, el cual propone restricciones en Semana Santa y con ayuda del Estado.
También afirmó que sigue esperando una mejora en la compra y gasto público, pero sin mayor endeudamiento. “Se necesita voluntad y sacrificio, vemos en Uruguay el recorte de salarios, son medidas impopulares pero necesarias en este momento. Sería lamentable que nos endeudemos más para esto”, comentó. Justamente, los funcionarios públicos fueron los únicos trabajadores que no sufrieron caída de ingresos en el 2020 en Paraguay.
Por último también argumentó que será penoso que la mayor parte de la población se restrinja pero que al final la cuarentena no sirva para reducir los contagios y se pueda tomar un respiro para seguir. “El consumo ya está afectado y con la cuarentena se afectará aún más. Las medidas deben ser acompañadas por la conciencia ciudadana”, dijo además.
MEDIDAS EN URUGUAY
El cierre de todas las oficinas públicas a excepción de los servicios imprescindibles, la suspensión de espectáculos públicos, el cierre de gimnasios y de los free-shops de la frontera, así como la suspensión de las fiestas y eventos sociales, en todos los casos hasta el 12 de abril, fueron parte del paquete anunciado en Uruguay.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, también informó la suspensión de la asistencia presencial en todos los niveles de enseñanza hasta Semana Santa, tras la cual se retomará gradualmente.
“Tenemos una cepa muy potente en la penetración y en la capacidad de contagio: contagia 2,5 veces más que la otra”, dijo acerca del hallazgo de la variante brasileña P.1 en el país, sobre la que se informó el lunes.
Frente a esto, el mandatario informó que se agregarán 129 camas de tratamiento intensivo y se adquirirán más respiradores.
En el plano económico, afirmó que se duplicará por dos meses el monto de asistencia social que reciben casi medio millón de uruguayos por distintos programas y se reinstalará por dos meses el impuesto especial a sueldos altos de funcionarios públicos. La recaudación de ese tributo, que ya se implementó en 2020, “irá a las actividades perjudicadas por la reducción de la movilidad”.
“No somos partidarios del confinamiento total o de la cuarentena obligatoria”, afirmó, haciendo hincapié una vez más en el concepto de libertad responsable de la ciudadanía. “Es una cuestión de principios”.
Aunque la vacunación avanza a buen ritmo -en 23 días el 10% de la población uruguaya recibió ya la primera dosis de CoronaVac o Pfizer-, desde febrero los números diarios de casos y muertes no cesan de batir récords.
El lunes se registraron 2.682 casos nuevos y 19 fallecimientos, los guarismos más altos desde que se declaró la emergencia sanitaria en marzo de 2020.
El país de 3,4 millones de habitantes -que durante la mayor parte de 2020 fue modelo en América Latina por su exitoso control- registra 84.212 contagios y 827 muertes por covid-19.
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