Cuando vemos escrita la palabra peligro, o el término peligroso es como si una señal de advertencia se activara, el mecanismo de defensa se pone en alerta ante el o los posibles peligros que puedan acechar.
Más cuando el peligro esta en nosotros mismo estas señales o alarmas parecen pasar inadvertidas , uno de los órganos más peligrosos del ser humano sin lugar a dudas es la lengua, la misma ha sido motivo de condena para más de uno. Con la lengua se pueden describir los más bellos lugares o paisajes, poner de relieve lo más excelso de la belleza femenina.
Más con este mismo órgano se puede llenar de mancha a una persona, ensuciar la imagen de un semejante de la peor forma imaginable o inimaginable, hoy este elemento de destrucción tiene un auxiliar no menos peligroso y letal, los dedos puestos en el teclado opinando en las redes sociales, el señalar o juzgar sobre un determinado tema.
Nos volvimos expertos, todologos, incluso para opinar sobre la vida privada de las personas sobre ideologías con las cuales no comulgamos, sobre la vida sexual del prójimo, en fin hurgando en todo aquello que se nos pone en frente.
Es importante que entendamos cómo sociedad que aquello que hace una mejor convivencia entre los seres humanos es precisamente el respeto, si aprendemos a disentir como seres civilizados todo marcharia mejor, la coexistencia saludable se basa en las reglas de principios y valores.
Estas líneas sólo pretenden plasmar el ideal y los sueños, los anhelos de una persona que desea dejar como legado, junto con sus contemporáneos un mundo mejor a sus hijos y nietos, ¿ te anotas para construir juntos ese sueño?….
