El ganadero secuestrado ayer por malvivientes en la colonia Lorito Picada, de Pedro Juan Caballero fue liberado en horas de la madrugada. El hombre fue raptado luego de un frustrado intento de rescate por parte de la Policía en la zona.
Aproximadamente a las 04:30 de este jueves se produjo la liberación de Héctor Alexander Núñez, ganadero que había sido secuestrado ayer en la zona de la colonia Lorito Picada, de Pedro Juan Caballero.
El joven había sido tomado en horas de la noche del miércoles por una banda de delincuentes que lo llevaron hacia un monte luego de que, en un intento de rescate, la Policía atropellara el establecimiento del padre de la víctima, quien había sido liberado horas antes para que consiguiera los US$ 60.000 que exigían los criminales.
Tras su liberación, Núñez refirió a los agentes de la Policía que durante varias horas los secuestradores intentaron abandonar la zona, pero que no podían hacerlo debido a la fuerte presencia de agentes de la Policía en las inmediaciones. Luego de que el joven fuera liberado, la Policía desató un feroz operativo de rastrillaje para tratar de dar con el grupo que perpetró este golpe.
“SE SINTIERON ACORRALADOS”
En conversación con el programa La Primera Mañana de radio ABC Cardinal, la fiscala Katia Uemura refirió que se desplegó un fuerte operativo en las inmediaciones de la estancia donde se produjo el plagio y que cuando la comitiva se retiraba para recibir a un nuevo equipo, en ese momento se vio al joven saltar a la calle principal de Núñez.
“(Los secuestradores) se sintieron acorralados porque por donde iban es como que les cerraban el paso”, refirió la agente fiscal a la 730 AM. Uemura indicó que luego de horas de deambular por el monte, los malvivientes le dijeron a Núñez que lo iban a soltar y para ello le ataron las manos. “Le dijeron que tiene suerte, que esta vez no pudo ser”, relató la representante del Ministerio Público, según publica Abc Color.
La fiscala puntalizó que el secuestrado dijo que eran cinco personas las que lo tenían secuestrado y que aparentemente el plan era llevarlo a Ciudad del Este o Capitán Bado. “Manifiesta que no lo golpearon pero sí le hicieron caminar demasiado. Entraron en arroyos y zonas boscosas. Le decían que camine o que le iban a matar”, apuntó Uemura, quien agregó que los malvivientes no se retiraron demasiado de la zona pero que caminaron mucho, por tratarse de una zona de muchos cerros. “Caminaban mucho pero permanecían casi en el mismo lugar, cerca nomás estaban”, acotó.
Uemura indicó que el padre del joven había conseguido unos US$ 10.000 y acordó conseguir más dinero en horas de la mañana de este jueves. La fiscala señaló además que una de la hipótesis señala que los malvivientes habrían recibido información de la venta de una propiedad por parte del padre del joven y que otra de las versiones apuntaría a un litigio civil por propiedades que mantiene la familia. “Héctor está bastante asustado, bastante harapiento, con sus vestimentas rotas”, aseveró.
La fiscala manifestó que el nivel de tensión que se desató generó cierto arrepentimiento en el padre del secuestrado por haber acudido a las fuerzas del orden. “Como explotó y llegó incluso a los medios, temía encontrar el cadáver de su hijo”, apostilló. “Héctor manifestó todo el tiempo que alguien conducía al grupo y no hablaba, que tenía el rostro tapado y si necesitaba hablar se apartaba, por lo que podría ser alguien a quien a conocía”, sentenció.
EL RECUENTO
El golpe se inició alrededor de las 08:30 de ayer, cuando cuatro hombres armados y con capuchas ingresaron a la granja perteneciente al ganadero Héctor Núñez, quien fue dominado, al igual que casi una decena de personas que trabajan en el sitio.
Posteriormente, llegó a la propiedad el hijo del citado propietario, de nombre Héctor Alexander Núñez, quien igualmente fue mantenido de rehén por varias horas. Supuestamente, los maleantes se hicieron pasar por policías para ingresar al lugar, al simular un allanamiento, pero una vez que dominaron la escena revelaron sus verdaderas intenciones.
NEGOCIACIONES
Inicialmente, la gavilla exigió US$ 200.000 en efectivo para liberar a los rehenes, pero después bajaron sus pretensiones a US$ 100.000.
Durante toda la mañana, los secuestradores y las víctimas negociaron en la hacienda, sin que ninguna autoridad fuera alertada, hasta que finalmente el dueño de la granja y el líder de la banda acordaron el pago de US$ 60.000 para resolver la crítica situación. Ante aquel escenario, los maleantes dejaron salir a Héctor Núñez para que fuera al centro de Pedro Juan Caballero a reunir el dinero, pero los criminales retuvieron a su hijo y a los demás peones como “garantía”.
En medio del operativo de búsqueda del dinero, la Policía y la Fiscalía tomaron conocimiento de la situación y, en un enorme despliegue, la Jefatura policial de Amambay rodeó la zona del secuestro, mientras paralelamente el ganadero negociaba con los maleantes. Ya en horas de la tarde, los delincuentes aceptaron recibir US$ 10.000, monto sobre el cual se cerró la negociación, que para ese momento ya era monitoreada por las autoridades.
FRACASÓ OPERATIVO
Finalmente, a las 21:40, los uniformados encabezados por el jefe de Policía local, comisario principal Walter Gómez, entraron a la granja de la familia Núñez en un intento de rescate coordinado con el propietario, pero los criminales escaparon hacia el monte, llevándose consigo a Héctor Alexander Núñez.
Según los datos suministrados, los delincuentes tenían al menos tres armas largas, dos de ellas robadas de la finca, así como armas cortas con cargadores de hasta 30 proyectiles.