Una mano fría entre sus piernas y en sus partes íntimas despertó a una joven, quien pegó un grito del susto. Rápidamente, la chica se dio cuenta de que el autor del manoseo era el guarda de la empresa de trasporte Nuestra Señora de la Asunción (NSA), según contó a EXTRA Jorge Cantero, abogado de la víctima.
“Ante el reclamo, él pidió disculpas y le dijo que quería despertarle para reubicarle en otro asiento”, relató Cantero.
El supuesto toqueteo ocurrió en la madrugada del pasado domingo. La víctima fue identificada como Ale B de 19 años, quien estaba viajando a Argentina, ya que estudia Medicina en el vecino país y vino a Asunción a pasar sus vacaciones con su familia.
La chica publicó en sus redes sociales el hecho y se dirigió al guarda. “Me destrozaste, me sacaste el sueño y me devolviste los ataques de pánico de los que poco a poco me estaba recuperando”, escribió.
Sin registros
El abogado de la víctima explicó que el manoseo ocurrió cuando las luces estaban apagadas en el interior del trasporte, ya que en ese horario los pasajeros estaban durmiendo.
Lamentó que la empresa de micros no cuente con videos de la cámara de seguridad para proteger a sus pasajeros.
Fue a la policía
Ale logró ver la placa identificatoria del guarda, cuyo nombre era: Rubén Barreto, además, le sacó una foto. Una vez que llegó a Buenos Aires, la madre y el hermano estaban esperando a la joven, quien realizó su denuncia ante la policía del vecino país, ya que los hechos se registraron en el territorio Argentino.
El guarda quedó demorado para una declaración, pero posteriormente fue liberado. La mujer reclama que se haga justicia para que no sigan ocurriendo casos similares.
Se le abrió sumario al guarda
Rosanna Fustagno, gerente de la NSA contó a EXTRA que el guarda ya fue suspendido y se abrió un sumario. “Él regresó a Asunción como un pasajero más”, dijo.
Indicó que Barreto trabaja hace 9 años con la empresa y que hasta ahora tiene un “legajo impecable”. Respecto a la falta de cámaras de seguridad, explicó que el ómnibus cuenta con cámaras con una pantalla de monitoreo en la cabina del chofer, pero las imágenes no quedan grabadas.
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