Paraguaya es orgullo nacional en el ámbito de la ciencia, se convirtió en talento humano de avanzada en el área del Derecho y la propiedad intelectual tras salir del país y forjar su camino en la docencia y la investigación, tal como lo soñó Don Carlos Antonio López, quien anhelaba que los compatriotas salgan a formarse y a su retorno, con los conocimientos y experiencias que adquirieron, apoyen al desarrollo del Paraguay, y ese también es el deseo de nuestra entrevistada.
Se trata de Marta Carolina Giménez Pereira, abogada por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), de donde resultó mejor egresada, logro que fue su trampolín para lanzarse a formarse en el exterior y crear su carrera como docente e investigadora de tiempo completo. Es doctora en Derecho por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ UNAM).
Desarrolló un posdoctorado en Derecho por el Instituto Meridional (IMED) de Río Grande do Sul, Brasil, cursado con beca de CAPES/CNPq. Tiene además, un posdoctorado internacional en Nuevas Tecnologías y Derecho por la Universidad Mediterránea de Reggio Calabria, Italia, en donde obtuvo la mención cum laude (calificación máxima de tesis doctorales y de premios).
En comunicación con La Nación, Giménez Pereira señaló que su área de investigación dentro de Derecho son: propiedad intelectual, acceso a la salud, biotecnología, inteligencia artificial y nuevas tecnologías, siempre en el derecho comparado, con énfasis en los países en vías de desarrollo. Es autora de libros, artículos científicos y diversas publicaciones en varios idiomas en España, Francia, Argentina, Italia, Brasil y México, países donde enseña, da conferencias, dirige tesis de maestría y doctorado e investiga y discute.
Profesora invitada en Francia
Recientemente, la profesional estuvo dando clases e investigando como docente invitada en el Laboratorio Centro de Estudios Internacionales de la Propiedad Intelectual (CEIPI) de la Universidad de Estrasburgo, Francia. Es la primera extranjera latinoamericana en ser invitada por esa institución para dar sus aportes científicos en propiedad intelectual y realizar sus investigaciones in situ, lo cual llevó a cabo de forma multidisciplinaria, ya que también dio clases en la Facultad de Farmacia de esa casa de estudios.
Durante su estancia en Francia, investigó y dio clases sobre el panorama de las indicaciones geográficas y del patrimonio cultural inmaterial en el derecho comparado; protección de datos de prueba y ensayos clínicos en medicamentos y agroquímicos: la figura del data protección; análisis y críticas a la luz de la normativa internacional de propiedad intelectual; la apropiación del conocimiento tradicional en tierra indígena y el caso de la medicina tradicional ancestral.
De Paraguay a México
La “medalla de Oro” de la Facultad de Derecho de la UNA y los estudios hechos en Francia le abrieron las puertas para hacer su doctorado en el extranjero. Giménez Pereira obtuvo una beca integral de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para realizar su doctorado en Derecho con énfasis en propiedad intelectual en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, varias veces reconocida como una macrouniversidad y la número uno de Iberoamérica.
El centro de investigación de la que es egresada -allí sólo se hace investigación científica- es referente de grandes juristas en México y goza de amplio respeto por la sociedad en general, alcanzando un renombre internacional considerable. De hecho, es un verdadero “recinto pensante” donde se congregan las más grandes figuras y debatidores del derecho de todos los países.
Giménez Pereira fue la única extranjera -y también mujer extranjera- en alcanzar un doctorado en este centro científico, considerándose este hecho un parteaguas en su carrera y en su trayectoria como paraguaya en el exterior y citó que cuenta con el apoyo de formadores como el Dr. Manuel Becerra Ramírez, profesor emérito y destacado internacionalista, miembro del Seminario Permanente en Propiedad Intelectual (Sepepi), con sede en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
De esta forma, la compatriota contribuye como ponente y con participaciones en reuniones y eventos académicos, específicamente y a través de una labor concreta en ese país que hace al objeto de sus funciones como docente y las finalidades de este grupo de investigación mexicano. Es abogada con ejercicio habilitado en México y goza de credibilidad entre la comunidad paraguaya en ese país, muy cercana a nuestra representación diplomática paraguaya.
Italia y Brasil
La doctora Giménez Pereira posee dos posdoctorados. El más reciente de ellos, del 2021, con mención cum laude, fue efectuado en Italia. La otra estancia posdoctoral la realizó en los años 2016 y 2017 en Río Grande Do Sul, por invitación y con financiamiento del gobierno brasileño, donde tuvo la oportunidad de sumergirse de lleno, ahora en la realidad de la propiedad intelectual de un país más: Brasil.
Posteriormente, la doctora en Derecho formó en 2019 su propio Grupo de Pesquisa en Propiedad Intelectual y Nuevas Tecnologías (Pintec), vinculado al posgrado en Derecho en la Universidad Federal de Bahía, Brasil, grupo de investigación que reúne miembros de varios países y de varias áreas, no sólo abogados. El mismo se halla registrado ante las máximas instancias de investigación en Brasil y ya cuenta con dos libros publicados en los que ella escribe junto a sus alumnos.
En Brasil, la compatriota se desempeñó como profesora investigadora visitante integrante del cuadro permanente del posgrado de la referida Universidad Federal de Bahía desde 2018 hasta fines de 2021, con cátedras a cargo de Derecho Cibernético y Poshumanismo; Tópicos Especiales en Derecho, Cultura y Relaciones Sociales; Tópicos Especiales en Derecho y Posmodernidad (con énfasis en propiedad intelectual) creando nuevos horizontes en su ámbito del derecho en un posgrado de renombre en Brasil y formando discípulos y grupos de estudio consolidados.
Actualmente, realiza actividades de investigación con dedicación exclusiva en el Centro Universitario de Brasilia (CEUB), donde se desempeña como profesora investigadora asociada del posgrado en Derecho y Políticas Públicas.
España y Argentina
Además, en 2019-2020 realizó una estancia de investigación invitada por la Universidad de Valencia, España, y suma a su trayectoria las disertaciones anuales que desde hace 5 años efectúa en la Cátedra del Filosofía del Derecho de la Universidad de Buenos Aires y el hecho de integrar en esta misma universidad un reconocido grupo de investigación en propiedad intelectual, ya consolidado en doctrina.
Ciencia, innovación y tecnología
Los temas que ella investiga abordan todo lo referente a la propiedad intelectual, con énfasis en propiedad industrial. Su larga trayectoria y su formación y experiencia internacional la han llevado a explorar todos los campos en sus áreas de estudio, pasando por las patentes farmacéuticas y el acceso a la salud; la producción pública de medicamentos y las licencias obligatorias en países en vías de desarrollo.
Asimismo, el abordaje de la producción de vacunas ante la pandemia del COVID-19 sopesando los derechos de propiedad intelectual y los intereses nacionales; la importancia de producir y defender la innovación de la universidad; el impacto socioeconómico global frente a las nuevas tecnologías y la sustentabilidad; las patentes de agroquímicos y la visión de la propiedad intelectual en el ámbito de los agrotóxicos; la protección de la propiedad intelectual del acervo de los museos.
Además, de la protección de las indicaciones geográficas y denominaciones de origen. Su importancia en la internacionalización; puntos de vista críticos sobre la figura de la medicina tradicional; la poco explorada figura del secreto empresarial y el análisis y recepción de los Tratados de Libre Comercio en países en desarrollo en su capítulo de propiedad intelectual, debatiendo cuestiones de bloques regionales y multilaterales.
“Soy una crítica asidua del abordaje de varias figuras de propiedad intelectual, como por ejemplo: la figura legal de las licencias obligatorias y de las flexibilidades ante el monopolio, analizando interpretaciones así como las sensibilidades en su aplicación en países en vías de desarrollo, como Paraguay. De hecho, soy especialista en temas de patentes farmacéuticas y acceso a la salud”, dijo en comunicación con La Nación.
Concretamente, como fruto de sus investigaciones durante la pandemia entre México, Brasil y Francia, la cum laude en Derecho y Tecnologías realizó recientemente en varios países ponencias e intervenciones presentando como resultado final la conferencia y el artículo científico de su autoría, fruto de sus propias investigaciones con ese interesante enfoque internacional, bajo el título de “Pandemia COVID-19: Comentarios de propiedad intelectual ante la emergencia y la existencia de una lucha geopolítica”.
Vocación científica y bien social
Al ser consultada sobre sus gustos, la compatriota señaló que toca el piano, hace buceo submarino y es bilingüe en francés, además de los otros idiomas que maneja. Así también destacó entre sus aspiraciones profesionales convertirse en científica de tiempo completo, anhela que sus investigaciones queden plasmadas en la realidad de Paraguay. “La vocación del científico es per se la de servir”, afirmó.
“Me gustaría que mis investigaciones se plasmen en la realidad de nuestro país y de los demás países en vías de desarrollo, que salgan del papel y se apliquen. Es muy importante que los investigadores participemos de diálogos ciudadanos, de debates en las cámaras legisladoras, que oigan nuestros trabajos para que se conviertan en un bien social, en un aporte real y no sean letra muerta”, insistió.
En países de vanguardia, los investigadores integran, a la par que otras autoridades nacionales, las mesas decisorias donde se discuten temas relevantes. La doctora Giménez Pereira está convencida de que el científico tiene un lugar preponderante en la sociedad y que se debe dar y ocupar ese lugar al científico, más aún en los espacios de decisión, que sería ideal.
“Normalmente, a raíz de tantísimos estudios, bibliografía leída y de lo que escribe -con solvencia, sustento y responsabilidad- el académico científico sabe lo que dice y debería ser más llamado, más escuchado, más contemplado, más tenido en cuenta, más valorizado. Y esas son mis aspiraciones”, indicó.
Trabajar fuera del país
“Es una carrera profesional que nunca acaba y que en cualquier país es complicada, cada vez más castigada económicamente. Así, dependerá de cuánto el gobierno de que se trate impulse y dedique rubro a este sector para sea más o menos ventajosa. Sirven siempre de modelo los países vanguardistas que tienen un presupuesto dedicado a sostener y a invertir de forma constante el área de la investigación científica y que, en definitiva, priorizan la educación como pilar en sus gobiernos”, respondió.
Investigación, trabajo desafiante y apasionado
La doctora en Derecho, con varios años de trayectoria profesional, reconoció que la labor de hacer ciencia “significa mucha entrega”, así como anteponer el interés común antes que el propio. Significa la vocación de saber darse y ser “formador de formadores”. También mencionó que significan largas madrugadas, carencias y renuncias, pero todo compensa cuando se ven comprobadas hipótesis o cuando, a través de conclusiones se logra dibujar una sonrisa en el rostro por “hacer algo que está bien”, que sirve y que suma a todos. “Es una labor magnánima” subrayó.
“La investigación, no hay que olvidar, es también es un eterno agradecimiento a nuestros formadores en este ámbito, es la pasión de siempre ser agradecido y, en la faceta de eterno discípulo, caminar de la mano de nuestros maestros, sin soltarles la mano, en un intercambio constante de saberes. El investigador no actúa solo. Después de todo, es así como se forman las verdaderas doctrinas y corrientes de pensadores”, reflexionó.
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