El papá del pequeño Axel que falleció el miércoles pasado en plena lucha contra la Atrofia Muscular Espinal (AME), lamentó la situación que vivió su hijo en manos de las autoridades que nada hicieron para poder adquirir el medicamento que el pequeño necesitaba.

Muy dolido el padre del pequeño dio una pequeña declaración este jueves y lamentó la situación en el país, por todo lo que tuvieron que pasar buscando salvar la vida de Axel que tenía 14 meses de vida.
“Duele mucho estar en Paraguay, somos una mierda de país, administrado por unos monstruos que no son humanos porque si vos sos humano no podes dejar que se mueran inocentes”, dijo entre lágrimas.
La AME del tipo 1, tuvo a Axel por un largo tiempo en la unidad de terapia intensiva del Sanatorio San Sebastián y últimamente en el Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñú”. La posibilidad de vida del pequeño era hasta dos años.
“A la cartera de salud no le interesa absolutamente nada, alegan que no hay plata, que el medicamento no está registrado en Paraguay pero sin embargo en la constitución está que la vida prima, eso significa que si hay un yuyo en Japón que le va a salvar la vida a un paraguayo, se tiene que traer ese yuyo porque en la Constitución Nacional esta, que se garantiza la vida”, mencionó Aníbal Rojas.
Además pidió la salida de tres profesionales médicos del Hospital destinado a niños debido a que no le quisieron dar la receta para poder adquirir el medicamento con el argumento que no estaba registrado en el mercado paraguayo.
Cuestionó y pidió la salida de sus cargos del director del Acosta Ñu, Pío Alfieri, del doctor Marcos Casartelli, jefe de neurología y del médico de cabecera de ese mismo centro asistencial, doctor Oscar Franco.
Los padres de Axel llevaban adelante una campaña para lograr comprar el Zolgensma, medicamento más caro del mundo cuyo costo es más de G. 14 mil millones.
El bebé de un año y dos meses debía aplicarse la Zolgensma antes de cumplir 2 años, un medicamento que tiene un costo sumamente elevado, motivo por el cual sus padres pedían ayuda al Gobierno para poder adquirirlo.
Sin recibir respuestas por parte de las autoridades, los mismos iniciaron la campaña “Todos por Axel” que tenía como misión recaudar más de G. 14 mil millones (2 millones de dólares) para la compra de dicho medicamento.
Incluso, los padres del pequeño Axel estaban organizando una rifa cuyos premios eran su propia casa, un vehículo, entre otros, y tenían planeado recorrer todos los departamentos del país para vender 3.000 rifas y así llegar a la meta