El papá de la funcionaria de la Fiscalía asegura ser un comprador de buena fe y anuncia que, cuando regrese de México se entregará a las autoridades. También sostiene que su hija pasa hambre y sed en el calabozo donde la tienen.
“Soy un comprador de buena fe, no pertenezco a ninguna gavilla de estafadores ni badulaques, fui yo el estafado, soy la víctima en todo esto”, dijo Ramón Guillén padre de la auxiliar fiscal, durante una entrevista con la 780 AM. Agregó que se entregará a las autoridades, apenas regrese al país.
Denunció que su hija está recibiendo un trato inhumano en el calabozo de la Comisaría de la Costanera, donde la tienen sin agua y sin comida y además, no le permiten asesarse.
Mientras tanto, la madre de la auxiliar pasa las noches instalada frente a la sede policial, preocupada por lo que le pueda suceder a su hija.
Por disposición del Juzgado, Guillén guarda prisión preventiva, debido a la imputación en su contra por reducción y resistencia.
En los documentos de la compra-venta del rodado, se detectaron varias inconsistencias, entre ellas, la fecha de adquisición del vehículo, que es anterior a la data del robo.
Además, aparece una supuesta constancia de verificación de la “Sección de Automotrices y Afines”, una división que ni siquiera existe, según revelaron en Automotores.
A esto se suma que, el que figura como vendedor es un docente que falleció el 25 de febrero y que, nunca tuvo una camioneta, según indicó la viuda, quien denunció que utilizaron el nombre de su marido para blanquear la negociación.
Roque Ismael Cabral Sánchez se encuentra en el contrato como Roque Ismael Sánchez Cabral, con una firma que no es la suya.
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