Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, resaltó el amor que el papa Francisco sentía por Paraguay y su personalidad disruptiva al frente de la Iglesia Católica, por su estilo comunicativo, enfoque en los más vulnerables y su desafío a algunas tradiciones.

El obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, recordó al papa Francisco por su fuerte misión pastoral enfocada en los más vulnerables, marginados y pobres.

“A él le gustaba la comunidad, por eso se hizo jesuita. Se hizo religioso para vivir en comunidad”, sostuvo en comunicación con radio Monumental 1080 AM.

De acuerdo con Valenzuela, compatriotas residentes en las villas de Argentina despertaron en el papa Francisco admiración por la profunda fe que pregonaban y por su capacidad para organizar ollas populares.

“Le invitaban para ir a las comunidades de paraguayos, a las villas, allí él celebraba a lo popular. A él lo que más le impresionó eran las ollas populares, cómo hacían para que no falte la comida para los más necesitados”, rememoró.

Destacó, a su vez, que en cada casa paraguaya que visitaba el papa Francisco veía una imagen de la virgen de Caacupé.

“Decía él: ‘Estos paraguayos como le quieren a la virgen de Caacupé. Si quieren saber lo que significa tener fe, háganse amigo de un paraguayo y van a saber’”, subrayó.

El papa Francisco fue testigo de la fe paraguaya cuando casi un millón de personas se quedaron en medio del barro para escuchar su homilía durante la misa central en Ñu Guasú, en el 2015, donde se instaló el imponente retablo de maíz, cocos y calabazas.

“Él admiró ese esfuerzo que se hizo para estar cerca de él. Casi más de un millón de personas. Un papa muy particular para nosotros los paraguayos, nos quería mucho. Se hizo fan de la chipa. No solamente fan, sino que le gustaba mucho”, remarcó.

Valenzuela compartió un recuerdo de su visita al Jubileo del Mundo de las Comunicaciones en Roma, en enero de este año, cuando el papa recibió a la delegación paraguaya y les pidió chipa.

“Apenas yo le saludé, me dijo: ‘No me trajiste chipa’”, evocó entre risas.

“Un papa sin papeles y de encuentro”
Para el obispo de Caacupé, el mayor y más importante legado que deja el papa Francisco es el encuentro cara a cara con las personas.

“Un legado muy importante que deja es el encuentro con las personas, cara a cara, de estar in situ. Creo que es el primer papa que habla más sin papel que con papel, eso es propio del latinoamericano”, afirmó.

Resaltó también su compromiso con los más vulnerables, su humanidad, su humildad. Mientras que en el ámbito político, pedía el fin de la guerra y defendía la dignidad de las personas.

“La mitad de su discurso era hablar de tu a tu. Fue un papa muy humano, no muy atado a la rigidez de las normas del protocolo pontificio. Él amaba bastante al ser humano y atendía muy especialmente a los descartados (los marginados)”, destacó.

//Ultimahora.com.


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