Ante el descenso de temperaturas es fundamental abrigar muy bien a los niños y complementar los cuidados con una buena alimentación y con la vacunación contra la influenza. Los cuadros respiratorios aumentaron en los últimos días.
Camperas, gorras, bufandas, guantes o cualquier complemento que permita proteger de los vientos y de las bajas temperaturas son válidos a la hora de abrigar a los niños, quienes por su condición, son más vulnerables.
Una herramienta de prevención es la vacuna anual contra la influenza, que permite evitar las complicaciones causadas por el virus, muy habitual de esta época.
Un tercer elemento es la buena alimentación, pues un sistema inmunológico fuerte es el que mejor resiste a cualquier enfermedad que amenace al organismo.
La doctora Cinthia Pérez, alergóloga y pediatra del Hospital de Clínicas, pidió especial atención a los alérgicos, quienes están muy expuestos al cambio climático. “Durante esta época es cuando hay una mayor cantidad de virus, donde estos pueden ser desencadenantes de empeorar una alergia ya establecida en el niño”, comentó.
Recomendó tener a mano las medicaciones indicadas según el diagnóstico de cada niño, que habitualmente utilizan ciertos tipos de sprays nasales, corticoides o antialérgicos para la rinitis alérgica.
Respecto al paciente que se encuentra con tos o secreción nasal, aconsejó que no acuda a la escuela hasta que el cuadro mejore, ya que muchas veces estos pueden ser difícil de distinguir de las alergias u otra infección. El reposo es de suma importancia para la recuperación general.
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