Buses de la empresa Lince sufrieron un nuevo ataque por parte de vándalos que quebraron los parabrisas con balines de acero. Los choferes trabajan con mucho miedo y esto ha provocado una merma en el servicio.
El nuevo ataque a cinco unidades se registró en el límite de las ciudades de San Antonio y Ñemby. En los últimos dos años ya renunciaron al menos veinte conductores.
Hasta recibieron la amenaza de que van a quemar los buses. En esta oportunidad atacaron las unidades con balines de acero, provocaron la rotura de los parabrisas. Esta situación llevó a que la empresa suspendiera el servicio nocturno. // Paraguay.com