El padre del alumno humillado en un colegio de Pedro Juan por adeudar cuotas comentó que imploró al director, el sacerdote Pedro Sanabria, que le permita a su hijo ser parte de la graduación. En respuesta solo recibió maltratos verbales del cura, lamentó.
Fernando Aguilera, padre del alumno mejor egresado al que le negaron ser parte de la colación, relató el incómodo momentoque vivieron con familiares y amigos el pasado 2 de diciembre, cuando el sacerdote Pedro Sanabria, director del Colegio Parroquial Rosenstiel, ordenó hacer a un lado a su hijo por las deudas pendientes con la institución.
El hombre reafirmó su indignación por la situación que le obligaron a pasar. Admitió que tenía una deuda pendiente -la cual ya está saldada a la fecha- pero aclaró que tenía un trato verbal con las autoridades de la institución para abonar en los primeros meses del próximo año. “Yo estoy acostumbrado con esa institución a pagar mis deudas (las cuotas de todo el año) a fin de año o a principios del año siguiente, cuando mis hijos deben inscribirse”, explicó.
Basado en esta “costumbre” que ya data de hace años, “conversé con la directora académica (Mirtha Quevedo de Prado) y le planteé la situción; me puse al día y cancelé la deuda de mi hija, que se graduó del tercer curso”. Sobre el niño de 14 años, egresado del noveno grado, “me dijo: ‘No te preocupes, que tu hijo va a seguir en la institución el año que viene’”.
Insistió en que “ella (Mirtha Quevedo) me autorizó” a que su hijo participe de los actos de graduación y reciba su libreta de calificaciones y su distinción como mejor egresado. De esta manera, “mi hijo se ensayó para la entrega del Pabellón, hizo la lectura, todo; en eso se me acerca una secretaria y me dijo que mi hijo no va a ser tenido en cuenta por la deuda que tengo”.
Creyendo que se trataba solo de un malentendido, considerando que ya había una conversación y un acuerdo verbal previos, “me levanto en plena misa, me siento a su lado (de Mirtha Quevedo) y le digo: ‘Qué pasa, usted me dijo ayer que mi hijo podría participar’ y descaradamente me dijo que no me había dicho eso. Esto fue traición, fue discriminación”, lamentó.
En un nuevo intento de resolver el impasse, el hombre acudió al director del colegio, el sacerdote Pedro Sanabria. “Hablé con el padre, terminada la misa; el padre me maltrató mucho, me humilló, de todo me dijo”, relató.
Aseguró que inclusive rogó al cura dejar que su hijo reciba su distinción luego de tanto esfuerzo y se comprometió a saldar la deuda ya luego del acto. “Le imploré: ‘Padre, dame media hora, termina el acto y pago’. Le imploré y ahí me dijo: ‘No me interesa tu súplica’”, agregó.
Ante la serie de humillaciones, el hombre optó por retirarse del evento, a fin de tratar de proteger a su hijo de más situaciones desagradables. “Él (el cura) me echó, me dijo que no se le va a llamar a mi hijo (para la entrega de certificados), que tiene sus reglas, hay pagos por hacer; no tuve otra alternativa que abandonar el local de la graduación”, manifestó.
Aclaró que ya resolvió los inconvenientes con el colegio, abonó la totalidad de la deuda, pero decidió no volver a inscribir a su hijo en la institución. “En ese colegio ya no, jamás voy a permitir que siga ahí”, aseveró.
Lamentó que su hijo haya sido sometido a tanta humillación y que las autoriddes no hayan considerado su esfuerzo y el compromiso de pago. “El mal momento, la humillación, el bullying que me hicieron ya quedan grabados para siempre (…) El sacerdote fue muy chocante, muy fuerte conmigo”, cuestionó./Abc.