Familiares temen que el niño haya quedado con secuelas.
El puré de manzana que le daba su bisabuela no le sabía rico. T.A. estaba sin ganas y hasta dejó de lado su juguete preferido. Con solo 1 año 4 meses fue objeto de la criminal irresponsabilidad de su niñera Francisca Noemí Vera Portillo (19).
Desde que tenía 2 meses, la joven lo cuidó y se ganó la confianza de la familia, hasta que entre el 19 y 20 de marzo perdió la cordura.
Francisca tomó el Clonazepam, un somnífero que consumía la abuela, lo mezcló con jarabe para la tos y le dio a la criatura para mantenerlo dormido. “Ese medicamento estaba bajo llave”, dijo Vanesa P., la madre del pequeño. Reveló que su hijo estaba sano y que Vera jamás le pidió permiso para darle el fármaco.
Demasiado débil
T. estaba muy débil. ¡Qué le diste, qué le pasó!, repetía Vanesa. Luego encontraron el frasco del somnífero escondido tras una caja.
“Estábamos desesperados, él se desvanecía, de ida al sanatorio devolvió, eso le salvó”, contó la doña.
Se comprobó que el niño tenía la droga, pero no se especificó la cantidad. “No sabemos si le venía dando o no, tememos que queden secuelas”, dijo indignada.
Como si nada, Francisca se casó ese mismo sábado; fue detenida ayer en San Lorenzo y quedó en Investigación de Delitos Central, acusada de violación del deber del cuidado.
Vera confesó. “Le di un poco con el jarabe porque estaba chinchudo, no sabía que le iba a dañar, yo le quiero, estoy arrepentida, pido perdón”, expresó a Telefuturo. Sin embargo, eso no es suficiente. “Mi hijo pudo haber muerto, que le perdone Dios”, concluyó Vanesa, quien contó que esperan los resultados de estudios neurológicos y cardíacos que le practicaron.
Uso controlado
El medicamento que la niñera le dio al bebé es ansiolítico, sedante, hipnótico, antiepiléptico anticonvulsionante, estabiliza el ánimo para ataques de pánico. En dosis muy altas causa amnesia; si se consume con otras drogas hay riesgo de muerte. Puede causar problemas cardiovasculares y respiratorios. Es altamente adictivo. // EXTRA