El neumólogo Carlos Morínigo instó a sus colegas a prestar atención a las inquietudes de las madres cuando acuden con sus hijos a una consulta médica. Su recomendación se dio tras la extracción de un silbato alojado en los bronquios de una niña de tres años, cuya madre la llevó a un centro privado, donde le dijeron que “era nomás una alergia”.
El doctor Carlos Morínigo, neumólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), hizo un llamado de atención a los colegas que atienden a niños y niñas, especialmente si son infantes (menor de 7 años).
“Cuando la mamá dice algo, hay que hacerle caso. No hay que tratarlas de exageradas. No y no. Ojo con eso”, aconsejó en Monumental 1080 AM.
El médico lanzó esta advertencia tras el caso de una niña de 3 años que aspiró la boquilla de una trompetita, que se alojó en los bronquios, durante un cumpleaños.
Morínigo explicó que, como el silbato es un objeto radioopaco, la radiografía de tórax convencional no puede notar su presencia, por lo que aconsejó tener el oído sensible a la hora de la evaluación con el estetoscopio y hacer un interrogatorio exhaustivo a las madres u otros familiares.
La niña estaba en un cumpleaños infantil y, al romperse la piñata, tomó una trompetita y comenzó a soplarla para hacerla sonar. En una de las inspiraciones, la boquilla se desprendió, fue aspirada y quedó alojada en los bronquios.
Al notar que su hija presentaba dificultades respiratorias, la madre la tomó y le dio unos golpes en la espalda, entre los omóplatos, según relató Morínigo.
Luego de recuperar la respiración, la llevó inmediatamente a un centro privado, cuyos médicos le regresan a su casa por tener “una alergia nomás”. El hecho ocurrió en Santa Rosa del Aguaray, Departamento de San Pedro.
Como su hija emitía sonidos raros al correr y reír, su madre la llevó al Hospital General y de ahí la derivaron al Ineram, en Asunción, donde finalmente le extrajeron el cuerpo extraño.
Para sacar el silbato, los médicos utilizaron un broncoscopio rígido, un tubo metálico que se introduce a través de la boca.
El procedimiento, de acuerdo con Morínigo, se hace con anestesia general y respiración asistida.
Lo más grave que puede ocurrir cuando se aspira un objeto extraño es la obstrucción total de las vías respiratorias.
Si el silbato seguía en los bronquios de la niña, esto podría desencadenar en un proceso inflamatorio por el cual se rodea al cuerpo extraño y producir moco, lo que derivaría en una neumonía u otras infecciones graves.
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