Alegan que la ex ministra de la Corte tiene méritos para ocupar la titularidad del Poder Ejecutivo, pero es cuestionable que esto se dé como un pago de favores de parte del presidente Horacio Cartes.
Por su lado, mujeres políticas que trabajaron por la ley de paridad sostienen que no es un mérito ocupar la primera magistratura de la forma en que llegaría Pucheta.
Amanda Núñez, dirigente del PLRA, alega que las mujeres comprometidas con el género tienen «sentimientos encontrados».
«Es una persona que deja una herencia importante en el Poder Judicial con la creación de la Secretaría de Género y otras medidas. Su nominación rompería paradigmas», dijo.
Sin embargo, agregó que la forma en que se produce «este evento no enorgullece en absoluto». «Me hubiera gustado que la mujer llegase de una manera incuestionable. No asimilada a lo peor de los hombres. Eso ensombrece este logro», aseguró.
Dijo que la ministra es una mujer muy meritoria porque se convirtió en la primera mujer en presidir la Corte «y seguimos su carrera con entusiasmo, pues siempre fue receptiva y sensible».
«Siempre tratamos de presentarnos como una alternativa distinta. Desprendernos de las cuestiones que tornan un liderazgo negativo y pueden reñir con la ética. En este caso, de darse lo que aparentemente está acordado, es deseable que el breve tiempo que le toque haga honor a lo que las mujeres de este país esperan y tenga presente su gran responsabilidad de abrir caminos para otras mujeres de ésta y próximas generaciones», señaló.
Hubo violación. Por su parte, Myriam González, del Centro de Documentación y Estudios (CDE), dijo que cree que el cargo para Pucheta podría ser un pago de favores, ya que se ha firmado una resolución que habilita a Cartes a ser senador activo «con expresa violación de la Constitución».
«Como feminista que apuesta a la igualdad y la paridad debería alegrarme de que sea una mujer la que asuma el cargo, pero creo que el sexo de Pucheta es una casualidad en esta movida estratégica de Cartes, pues si hubiera sido hombre el presidente de la Corte Suprema de Justicia el escenario hubiera sido el mismo», declaró.
Indicó que no le alegra que una mujer asuma la primera magistratura o la segunda en estas condiciones.
«Si me alegrara estaría aceptando que cualquier medio es válido para acceder a cargos. Y no. No acepto el quiebre de la institucionalidad democrática y ello ha ocurrido con la violación de Constitución».
Sin embargo, cree que no se puede juzgar el papel de Pucheta solo por ser mujer.
«Es frecuente que la vara de medición de capacidad, honestidad y ética sea más exigente y dura con las mujeres. Es decir, no me gusta que sea premiada alguien porque bajó la cabeza ante el poder político, sea hombre o mujer», refirió.
dilemas. Magui López, del Grupo de Estudios Sobre Paraguay en la UBA (Universidad de Buenos Aires), señaló que el acceso de Pucheta a la Presidencia pone al país ante dos dilemas.
Explicó que, por un lado, accedería al cargo por una disposición de sucesión en acefalía y no por apoyo popular o legitimidad del voto.
Por el otro, dijo, una mujer en la presidencia podría crear un espejismo de igualdad.
«Quienes se oponen a la paridad y a otros mecanismos que tienden a la igualdad pueden terminar diciendo que no hace falta activar ninguna cláusula especial porque `mirá, ya hubo una mujer en la presidencia´. Se genera un antecedente que presupone un piso de igualdad que no existió», señaló la argentina que estudia la política paraguaya.
Dos referentes tienen otra visión y destacan trayectoria de la magistrada
Clara Rosa Gagliardone sostuvo que Alicia Pucheta llegó a la Corte apoyada por un movimiento que se llamó Mujeres a la Corte y acompañó siempre las reivindicaciones de género desde su cargo.
«Es muy simbólico que una mujer presida el Poder Ejecutivo siendo como somos un país patriarcal y machista. En cuanto cómo llega a esa posibilidad, no hay otro camino que el acuerdo, la negociación, la componenda política», dijo.
Agregó que nadie llega al poder sin concesiones personales, ni mujeres ni varones y «por eso es tan difícil gobernar la bolsa de gatos».
Por su parte, la ex ministra Cristina Muñoz alegó que siempre que una mujer ocupe un cargo es de suma importancia, independientemente del contexto político.
«La doctora Pucheta es una persona de larga trayectoria profesional en el Estado en uno de sus poderes», manifestó la dirigente colorada.