Gladys Núñez, asegurada del Instituto de Previsión Social (IPS), lleva seis meses esperando una cirugía de tiroides, un procedimiento crucial para determinar si un nódulo sospechoso en su glándula es cancerígeno. Su caso refleja las serias dificultades que enfrentan miles de paraguayos para acceder a servicios de salud adecuados

En entrevista con el canal GEN, Gladys relató que desde abril experimenta molestias en la garganta, lo que la llevó a realizarse estudios que revelaron la presencia de un nódulo posiblemente maligno en su tiroides. Sin embargo, tras meses de espera, y una programación inicial para el 7 de noviembre, su cirugía fue cancelada sin explicaciones apenas cinco días antes. “Me llamaron solo para decirme que mi cirugía estaba cancelada, pero no me dijeron dónde o cómo volver a agendarla,” contó

La asegurada, quien viajó desde Cordillera para asistir a su cita en el Hospital Ingavi, regresó nuevamente esta semana buscando respuestas. Sin embargo, le informaron que la jefa de cirugía se encontraba en un congreso y que tendría que esperar hasta el lunes para saber si le reprogramarán la operación. Gladys expresó su frustración, especialmente por el costo y esfuerzo que implica cada viaje desde su ciudad, considerando además su delicada situación de salud.

La demora en el tratamiento, que podría desencadenar complicaciones si el diagnóstico de cáncer es confirmado, preocupa no solo a Gladys, sino a otros pacientes en situaciones similares que también han visto sus cirugías pospuestas repetidamente. En caso de no poder acceder a la cirugía en el IPS, el procedimiento le costaría aproximadamente 15 millones de guaraníes en un centro privado, una suma que le resulta imposible de cubrir.

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