El viceministro de la Niñez y la Adolescencia, Eduardo Escobar, dejó entrever que la trágica muerte de la adolescente de 16 años en Limpio pudo haberse evitado si la Defensoría de la Niñez cumplía con un seguimiento más cercano del caso.

“Cada defensor público es el representante del niño, es como ser su papá o su mamá. Tenía que estar pendiente de qué ocurría con la adolescente, de su asistencia a clases, de los cambios en su contexto de vida. Ese monitoreo debió ser informado al juzgado para revisar la medida de cuidado. Eso no ocurrió”, manifestó Escobar en charla con el canal GEN.

El viceministro recordó que el proceso judicial se abrió en el 2020 tras el asesinato del padre y la detención de la madre por drogas. Los hermanos quedaron a cargo de una madrina, con autorización judicial, pero sin el control suficiente. “Se formó una tormenta perfecta, con problemas conductuales, vulnerabilidad y la falta de un acompañamiento real. La adolescente terminó siendo un blanco fácil”, agregó.

En cuanto al hermano menor de 12 años, indicó que ya fue entregado a tíos maternos por orden del Juzgado de la Niñez de Luque, bajo la responsabilidad de la defensora pública Laura Vera Meyer y la jueza Emilia Bolaños.

El viceministro insistió en que el Ministerio de la Niñez no tuvo injerencia directa en el caso, al ser competencia exclusiva del juzgado y la Defensoría. No obstante, afirmó que la ausencia de controles permitió que la adolescente abandonara la escuela y quedara expuesta hasta su muerte.

“El Código de la Niñez establece claramente que el defensor público debe velar por el contexto del niño. Ese es su rol central. Si ese trabajo no se cumple, el riesgo es altísimo, y lamentablemente vimos las consecuencias”, señaló.

Según informó el canal GEN, el caso estaba siendo llevado por la defensora de la niñez Laura Vera Meyer y la jueza Emilia Bolaños.

//Hoy.com.py.

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