La vacuna contra la influenza es una estrategia preventiva efectiva. Conozcamos más acerca de la enfermedad, sus mitos y verdades.
Mito #1: La influenza es como un resfriado. FALSO.
La influenza es una enfermedad que se puede manifestar con fiebre alta, tos, escalofríos, dolores musculares y articulares, dolor de cabeza y puede complicaciones graves que requieren hospitalización e, incluso, causar la muerte.
Los resfriados son causados por otros virus y suelen presentarse con secreción nasal, irritación de garganta y, quizá, un poco de fiebre, pero es poco probable que presenten complicaciones que requieran hospitalización.
Mito #2: La vacuna de la influenza puede causar influenza. FALSO.
Las vacunas contra la influenza se han usado desde hace décadas, son seguras y no pueden causar influenza.
Las vacunas contra la influenza, que se administran con un pinchazo, son de virus inactivados (muertos) por lo que es imposible que se contraiga influenza por la vacuna.
Luego de 2 semanas posterior a la aplicación de la vacuna antiinfluenza, el cuerpo adquiere protección contra esta enfermedad. Antes de ese tiempo, la persona puede contagiarse del virus de la influenza o de otros virus respiratorios que puedan causar síntomas parecidos a la influenza.
Mito #3: La vacuna de la influenza no es efectiva. FALSO.
La efectividad de la vacuna, es decir, la protección que confiere es moderada, de 40 a 60%, y varía cada año.
La evidencia sugiere que, si uno se vacuna frente a la influenza y se contagia de influenza, la enfermedad será menos grave que si no se hubiera vacunado, es decir, se evitarán complicaciones, hospitalizaciones y hasta muertes asociadas a la enfermedad.
Está visto que, pacientes hospitalizados con influenza que no fueron vacunados tienen 2 y 5 veces más riesgo de morir que aquellos que han sido previamente vacunados.
El personal de salud debe vacunarse para evitar contagiarse y transmitir la influenza a los pacientes.
No se recomienda la vacunación contra la influenza en niños menores de 6 meses de vida, puesto que aún no tienen capacidad para generar respuesta inmunológica a la vacuna, por lo cual, la vacunación a la embarazada es de vital importancia para proteger a los niños en los primeros meses de vida.