Foto. Dr. Daniel Vera Báez

Si comparamos el cerebro del hombre paraguayo (por no incluir a los países latino americanos, ya que es a nosotros a los que nos interesa autoanalizarnos), con un cerebro humano de algún país desarrollado como Dinamarca, Alemania, Suiza, Finlandia, etc., por más que nos esforcemos no vamos a encontrar ni la más mínima diferencia anatómica entre éstos cerebros.  Entonces ¿Por qué actúan de manera tan distintas, por qué hay tantas diferencias de conductas? ¿Por qué tan diferentes niveles de vida?

El cerebro es el órgano principal del sistema nervioso, que en un humano adulto pesa aproximadamente 1,5kg; realiza importantes y complejas funciones vitales. Anatómicamente hablando no hay diferencias marcadas entre el cerebro de un hombre y una mujer. Y no existe ninguna diferencia anatómica entre el cerebro de los hombres que viven en los países desarrollados y de los que viven en los países subdesarrollados.

La mente habita dentro del cerebro y es el conjunto de facultades cognitivas (razonamiento) que engloban procesos como la percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria, entre otros. Indudablemente no es el cerebro lo que marca la diferencia entre un hombre de un país desarrollado y el de un subdesarrollado, sino según los estudios realizados es la formación de la mente; en otras palabras es el molde que se le imprime a la mente para que la persona actúe de acuerdo a las normas de la sociedad.

Uno de los moldes principales para que una mente sea del primer mundo es que respeta las leyes establecidas. Nadie está por encima de las leyes, todos saben que una infracción a la ley  se debe pagar, con multas o con penitencias. A ley pareja nadie se queja.  Allí al cruzar el semáforo en rojo,todos reciben la sanción establecida,sin importar que apellido tengas o que político amigo sea tu compadre.

Uno de los puntos más significativos de la mente del hombre del primer mundo es que sabe que sin aplicación de la justicia, su sociedad sufriría un gran atraso. Sabe que la impunidad lleva a fortalecer a las personas de mal proceder, que con dinero se compra la conciencia del que debe velar por la seguridad del país.

Ellos saben quesi la justicia está en venta, una cascada de situaciones traerácomo consecuencia: como un país inseguro, pobre, ignorante, con mala distribución de los bienes del estado.Las cárceles estarán llenas de ladrones por hambre y no de ladrones por codicia y malicia.

Si queremos tener un país diferente con mira hacia los del primer mundo,  debemos moldear nuestras mentes. Repito: “Nadie está por encima de la Ley”.