Médicos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (INERAM) asistieron a un niño de 6 años de edad, que tragó una moneda de G. 1.000. Los profesionales le practicaron una endoscopía y se confirmó que el metal quedó atorado entre el esófago y la laringe, siendo extraído con la ayuda de una pinza.

El doctor Carlos Morínigo tuvo a su cargo el complicado caso y para él no es raro atender situaciones como estas en el citado centro asistencial.  Comentó que el menor primero fue trasladado al Hospital de Limpio, ya que vive en esa ciudad.

“Es un niño que el día de ayer fue ocupado a la despensa con una moneda de 1.000 en las manos y de ida el niño introdujo la moneda a la boca y tragó, quedó atascada entre la laringe y el esófago”, señaló.

“Estaba atascado en el esófago por detrás de la vía respiratoria, pero comprimía y achicaba el espacio para que pase el aire”, detalló.

Una de las consecuencias inmediatas es la abundante salivación a raíz de la obstrucción, conforme indicó. “Esa saliva va al aparato respiratorio, causando también inflamación, mucha tos y dificultad respiratoria. Es como un atragantamiento parcial”, remarcó Morínigo.

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