Al menos 380 ballenas piloto han muerto al quedar varadas en la costa de Australia, en el que se cree es el peor episodio de este tipo del que se tiene registro en ese país.
Los biólogos marinos tratan ahora de salvar a 30 ejemplares que siguen con vida, tras haber rescatado a otros 50.
Se desconoce qué llevó a las ballenas hasta la orilla.
La aparición de ballenas varadas en la zona es habitual, pero hacía más de diez años que no aparecían tantas juntas al mismo tiempo.
El estado de Tasmania, donde se encuentran las ballenas, vivió un episodio parecido por última vez en 2009, cuando encallaron alrededor de 200 de estos cetáceos.
Los equipos de rescate del Programa de Conservación Marítima de Tasmania encontraron este lunes tres grupos de ballenas en Macquarie Heads, un extremo remoto de la isla, de difícil acceso tanto por mar como por tierra.
Más de 200 animales habían aparecido en un banco de arena, mientras que 30 fueron localizados a pocos metros.
Un tercer grupo de 30 ballenas varó más tierra adentro, en la zona de Ocean Beach.
Con la marea en contra
Comenzaron a «reflotar» un pequeño número de ellas este martes por la mañana, empleando equipos para empujarlas fuera de los bancos de arena y trasladarlas hacia aguas más profundas, pero la mayoría de los ejemplares terminó muriendo.
La fuerte marea no facilitó la labor de los equipos de rescate.
Los científicos aseguran que en muchos casos es imposible conocer el motivo de episodios como este.
En torno a Australia y Nueva Zelanda, diferentes tipos de ballena migran todos los años en grupos de hasta 1.000 ejemplares.
Los investigadores señalan que las ballenas siguen un líder y sus fuertes lazos sociales pueden llevar a que todo el grupo acabe varado en la orilla.
«Puede haber sido un percance de una o dos de ellas y, como la ballena piloto es una especie tan social, eso puede haber arrastrado a los demás animales», dijo el doctor Kris Carlyon, biólogo que participó en el intento de rescate.
// BBC