El Gobierno está preocupado por el aumento del precio de la carne bovina en el mercado interno, que afecta directamente al consumidor paraguayo, según reconoció el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Giménez, por lo que ve como necesario reactivar y fortalecer a los mercados y mataderos municipales para ofrecer alternativas más accesibles.
Con esta medida, se podría lograr precios más accesibles de la carne bovina para los consumidores locales, sin afectar la exportación del producto a mercados internacionales, según aclaró el secretario de Estado.
“El precio de la carne se regularizó y subió (a nivel internacional). Los gremios de productores están muy contentos porque finalmente llegaron a su punto de equilibrio, pero esto también encarece el producto para el consumidor local”, explicó Giménez.
Indicó que el valor actual de la carcasa ronda los 4,5 dólares, por encima del punto de equilibrio estimado en 3,8 dólares, lo que representa un alivio para los productores, aunque un desafío para el bolsillo ciudadano.
El ministro mencionó que la fuerte demanda internacional de carne paraguaya, sumada a la apertura de nuevos mercados —como el de Estados Unidos—, impulsó los precios al alza.
“La carne paraguaya gustó y conquistó mercados; una vez que se abre la puerta, es para quedarse”, afirmó. Sin embargo, reconoció que el éxito exportador también reduce la disponibilidad interna y eleva los precios locales.
Mataderos. Ante esta situación, el MAG propone fortalecer la cadena corta de comercialización, habilitando y equipando mataderos municipales bajo control del Senacsa, así como reactivando los mercados municipales.
“Recorriendo el interior del país vemos que donde se faena localmente, la carne es más barata. Queremos impulsar ese modelo: Que se pueda faenar y vender localmente, cumpliendo con las exigencias sanitarias”, señaló.
El ministro Giménez concluyó que, si bien se debe diversificar el consumo de proteínas, el objetivo del Gobierno es equilibrar la competitividad exportadora con el mayor acceso interno a alimentos básicos, apuntando a que los paraguayos puedan seguir consumiendo carne bovina sin que se convierta en un lujo.



