El Plan Nacional de Vacunación del Paraguay, se implementa con el lema: “Me vacuno para cuidarme”, ratificando uno de los principios de salvaguardar los intereses de todas las personas y grupos con la misma consideración, mientras se adoptan y aplican las decisiones de asignación de las vacunas.

En ese sentido, es importante recalcar que, todos los grupos poblacionales, incluyendo las madres lactantes se encuentran dentro del Plan de vacunación para ser inmunizados, de acuerdo a la franja de edad habilitada por la cartera sanitaria.

Las recomendaciones específicas de grupos a ser vacunados, a medida que se disponga de los biológicos, requerirán la integración de la situación de la pandemia en la zona de implementación propuesta, es decir, el contexto epidemiológico dado por el grado de transmisión del COVID-19 y la identificación de factores que aumentan la mortalidad, situaciones que son tenidas en cuenta al momento de establecer la franja etaria para la vacunación.

Actualmente el Plan Nacional de Vacunación sigue avanzando y extendiéndose a la población que incluye a las personas mayores de 35 años, con o sin presencia de comorbilidades, personas asociados a mayor exposición: trabajadores de la salud; embarazadas y a las mujeres lactantes que forman parte de estos grupos habilitados actualmente para la vacunación.

Todas estas acciones han contribuido para la disminución de la transmisión del virus, lo que posibilita seguir avanzando con el esquema de vacunación para llegar a la meta establecida por la cartera sanitaria.

Se recomienda seguir con las medidas de prevención como el uso de tapaboca, distanciamiento físico, lavado de manos, ventilación de espacios cerrados y sobre todo evitando aglomeraciones sociales.

Lactancia materna

En el contexto de la pandemia por COVID-19, se ha intensificado desde la Dirección de Salud Integral de la Niñez y la Adolescencia (DIRSINA), dependiente de Dirección General de Programas de Salud de la cartera sanitaria, la importancia de la lactancia materna, cuya práctica brinda protección tanto al niño como a la madre sana o enferma.

En la madre contribuye a la prevención del cáncer de mama y al fortalecimiento del vínculo afectivo con su hijo, y al lactante le brinda protección contra enfermedades respiratorias y diarreicas, además de disminuir a largo plazo la prevalencia de la obesidad, alergias, diabetes, asmas y otros.