La muerte de Lucio Dupuy, un niño de 5 años que fue asesinado a golpes en Santa Rosa, La Pampa, conmociona a Argentina. El médico forense que realizó la autopsia sostuvo que «nunca» vio algo similar, en referencia al maltrato sufrido por la víctima.
El informe preliminar de la autopsia reveló lesiones antiguas y recientes. Previo a su muerte, había sido ingresado varias veces al mismo hospital con fracturas
La autopsia al cuerpo de Lucio Dupuy, el nene de 5 años que fue asesinado en La Pampa, comenzó a las 6.10 del sábado. Apenas el equipo de forenses, comandado por el doctor Juan Carlos Toulouse observó el cuerpo, se sobresaltó. No porque nunca hayan visto el tipo de lesiones que tenía el cadáver del chico sino por la multiplicidad de heridas y el ensañamiento que había padecido, y que saltaba a simple vista. El cuerpo del chiquito presentaba un golpe fuerte producto, probablemente, de una patada, heridas compatibles con quemaduras de cigarrillos y múltiples mordeduras. Algunas lesiones eran antiguas, otras muy recientes.
Según la reconstrucción que realizó el equipo de fiscales que investiga el crimen de Lucio, el nene fue ingresado al Hospital Evita de Santa Rosa, La Pampa, por su madre Magdalena Espósito Valiente (24) y su novia Abigail Páez (27). Llegó prácticamente sin signos vitales y a los pocos minutos constataron que estaba muerto.
La primera reacción de las mujeres fue decir que habían sido víctimas de un robo. Nadie les creyó. Una hora y media después la policía pampeana allanó el domicilio donde vivían y, luego de ese operativo, la pareja quedó detenida acusada de homicidio simple. En el caso de la madre, la imputación está agravada por el vínculo.
El día que murió Lucio no era la primera vez que las mujeres llevaban al nene al hospital Evita. Todo lo contrario. Según pudo saber Infobae de fuentes médicas, el chico ingresó hace pocos meses con una fractura en su mano. En ese momento, la aparente excusa que ofreció la madre a los pediatras que lo atendieron fue que se había caído de una bicicleta. Luego, figura otra entrada al mismo centro de salud, esa vez por la fractura de un dedo. Luego, los documentos registran varias entradas más, aunque se desconocen los motivos.
En cuanto al resultados de la autopsia al cuerpo del chiquito, que por el momento es preliminar, figuran múltiples traumatismos, lesiones y escoriaciones. Uno de los más notorios es un golpe muy fuerte que Lucio tenía en su muslo izquierdo a la altura del cuádricep. Esa lesión tiene una antigüedad no mayor a los siete días y se cree que pudo haber sido por el impacto de un objeto contundente o, directamente, de una patada.
El cuerpo del nene de 5 años también mostraba quemaduras de cigarrillos, prácticamente, por todo el cuerpo. Estas lesiones, siempre según el análisis forense, son de larga data. Es decir, que tiene una antigüedad importante: este dato le permitió inferir a los fiscales que el chico era torturado desde hacía tiempo. Vivió un calvario.
Las otras lesiones que los especialistas detectaron en la autopsia tienen que ver con mordeduras. Esas lastimaduras serían de hace pocos días. Algunas de ellas están presentes en los brazos, pero no son los únicos lugares donde fue mordido: hay también lesiones de ese tipo en otras partes del cuerpo, aunque esa información está reservada por los investigadores.
Finalmente, el informe preliminar de autopsia concluyó que la causa de la muerte fue una hemorragia interna derivada de varias lesiones.
“No se puede determinar un traumatismo, un golpe, puntual que le haya causado la muerte. Sino que fue una multiplicidad de lesiones las que produjeron la hemorragia, y posterior muerte”, explicaron desde la Justica.
El comunicado de confirma el traslado de las imputadas por el crimen de Lucio Dupuy a la provincia de San Luis
Por decisión de la fiscal Verónica Ferraro, una de las encargadas de la causa por el homicidio de Lucas, las dos acusadas fueron trasladadas a San Luis: “Ante las marchas y la bronca de los vecinos, se nos hacía muy difícil garantizar la seguridad de las imputadas por eso decidimos trasladarlas a una de las provincias linderas”, explicaron desde los tribunales pampeanos.
Las dos imputadas están alojadas en el Complejo Penitenciario I de San Luis, confirmaron desde esa provincia.
El dolor del padre
“Hijo mío, me dejas con el alma rota buscando ‘el porqué’ de tantas cosas y me doy cuenta ahora de lo que estabas sufriendo y yo sin saberlo y ahora es tarde, te tenían preso de tu infancia e inocencia”, escribió en las últimas horas Christian en una carta que publicó en su cuenta de Facebook. “¿Dónde encuentro las fuerzas que me mandas hijo? Te amo. Perdoname por no poder hacer nada”.
En un comunicado emitido, sin embargo, el Poder Judicial de La Pampa informó que “hasta el momento no hay evidencias de que exista denuncia alguna o presentación por presuntos maltratos”.
El papá de Lucio, Christian Dupuy, que reclamaba desde agosto de 2020 la tenencia de su hijo, y la familia paterna del niño en su conjunto, creen que Espósito y su pareja, que no le permitían ver a Lucio desde el inicio de la pandemia, volcaron en el chico el odio que tenían contra él.
En redes sociales, la pareja de la madre biológica de Lucio, Abigail Paéz, se refería frecuentemente a la vida cotidiana con su hijastro y el conflicto entre su novia y Christian Dupuy. “Para robarnos las fotos del nene y caretear que es el mejor padre tiene tiempo, ahora cuando el nene le pide algo, mágicamente, le aparecen todos los problemas juntos jajaja, un chiste este chabón”, escribió en las últimas semanas.
También se encuentran en ese perfil otros mensajes con su reflexión sobre la maternidad: “¡No tengan hijos si realmente no lo desean o no lo planean como una gran meta o como lo más importante en sus vidas! No traigan pibes al mundo para sufrir, la concha de su puta madre”.
Esta lunes, poco después de las 11, la familia de Lucio y su padre asistieron al cementerio de General Pico, donde fueron inhumados los restos del niño. Para estar tarde, en tanto, está prevista otra concentración en la Ciudad Judicial de Santa Rosa y en General Pico, a 135 kilómetros al norte de la capital provincial, donde vive la familia paterna del niño.