Conocidas las estadísticas finales de 2022 en cuanto a suicidios y otros serios inconvenientes que tienen que ver con la salud mental de las personas (cifras que van en aumento en los últimos años), se considera que la promulgación de la “Ley de Salud Mental” será un paso importante en un campo descuidado por mucho tiempo.
Diferentes sectores han destacado que la Cámara de Diputados brindó sanción a la citada normativa a finales del pasado año. La misma, vale recordar, luego fue promulgada por el Poder Ejecutivo (Ley N° 7.018/2022).
El documento pretende llevar a cabo acciones concretas a través de la creación de políticas públicas, con miras al aseguramiento del derecho a la protección de la salud mental.
El objetivo es el pleno goce de los derechos humanos de aquellas personas que tienen algún padecimiento de este tipo.
En ocasión del tratamiento del proyecto, dentro del marco de una sesión extraordinaria, antes del inicio del receso parlamentario, el diputado Tadeo Rojas (ANR-Central), explicó que la ley procederá a la creación de una Dirección Nacional de Salud Mental.
En lo que respecta al financiamiento, dijo que la intención será “fondeada” con un adicional por fuera del presupuesto del Ministerio de Salud.
En el artículo 37, justamente, se establecen adicionales que serán destinados para este cometido: 10 % del canon de juegos de azar; 3,5 % de los recursos provenientes del Fonacide, destinados a la capitalización de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD); y la incorporación al presupuesto del Ministerio de Salud Pública de las donaciones destinadas a la inversión en materia de salud mental, para los diferentes hospitales, a fin de potenciar la salud y la atención en dicha área.
En aquel encuentro se coincidió en la preocupación por la salud mental, especialmente en los últimos tiempos, con la llegada de la pandemia y la entrada en vigencia de medidas de aislamiento y restricciones.
La cantidad de suicidios es también un aspecto alarmante.
Profesionales médicos expresaron que la nueva ley puede ser un primer paso en la reforma del sistema de salud, apuntando a la protección del aspecto mental, con una atención humanizada.
Es importante recalcar que son ejes principales de la ley, la creación de la Dirección Nacional de Salud Mental; y el impulso de una red de servicios de salud mental.
Otros aspectos resaltantes son la transformación del hospital psiquiátrico en un centro de atención para urgencias psiquiátricas; y la puesta en marcha de servicios de salud mental dentro de los hospitales regionales.
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