El equipo interventor del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) se constituyó ayer –minutos después de las 14.00– en la sede central de la Universidad Politécnica y Artística del Paraguay (UPAP) para iniciar el proceso de intervención de esa institución; esto no afectará el desarrollo de clases.
forzado. Curioso fue confirmar, cerca de las 18.00, que las autoridades de la UPAP recibieron de buen grado al equipo interventor, liderado por el Dr. Julián Agüero De León. “Ellos me aceptaron como interventor, nos recibieron bien y prometieron absoluta ayuda en entregar todos los informes que solicitemos y vamos a trabajar juntos”, apuntó Agüero De León al señalar que hoy, a partir de las 8.00, ocupará el lugar del rector de la universidad, Gerardo Fogel, mientras dure la intervención.
“Ellos aceptaron porque ya se rechazó la medida, ya que el juez dispuso que no corría la medida cautelar de urgencia”, dedujo a su vez el abogado Beltrán Villalba, actuario judicial del despacho del magistrado Barboza.
Al interventor le extrañó lo del amparo, en virtud a que no te- nían –dijo– información al respecto. “Entonces mañana (por hoy) voy a ir y, si encuentro el amparo, vuelvo”, indicó sobre el hipotético caso en que el fallo del juez resultara favorable a UPAP.
celeridad. La intervención se resolvió el 16 de junio pasado ante una serie de “inconsistencias” detectadas en los documentos presentados bajo declaración jurada al Cones.
La documentación que acercó la UPAP “fue insuficiente”, respecto a la primera entrega que hizo la institución sobre sus ofertas académicas.
“Se encontró un montón de inconsistencias y se determinó que la mejor medida es la intervención para ver qué es lo que está pasando”, expuso el abogado Derlis Noguera, secretario general del Cones.
El plan –explicó– es concluir la intervención en 90 días, pese a que en la resolución 257/17 se dispuso hasta 6 meses para el desarrollo del procedimiento.
“La primera medida sería tratar que la intervención no sea tan prolongada; creo que 90 días se estaba viendo como para tener una visión clara de lo que va a pasar acá en la universidad”, indicó.
Buscan evitar –concluyó– que los alumnos “entren en zozobra” porque todos los días llegan al órgano rector, preocupados por su situación.