Cada año una gran cantidad de católicos celebran en el Paraguay el 1 y 2 de noviembre el Día de Todos los Santos y Fieles Difuntos en conmemoración de sus seres queridos que ya no están. Tras dos años de restricciones por la pandemia, más personas llegan hasta los cementerios para visitar a sus seres queridos difuntos.

Desde tempranas horas de la mañana los fieles arreglan los panteones, cambian las cintas de las cruces, renuevan las flores y encienden velas para orar por los difuntos. Incluso algunos reparten en los camposantos gaseosas y golosinas.

Los comerciantes apostados en la entrada de los cementerios aguardan con ansias que sus productos sean adquiridos por quienes acuden. Flores de todos los colores y todas las variedades están colocadas de manera ordenada, al igual que velas y otros elementos que son ofrecidos.

En el Cementerio de la Recoleta, varias personas exigieron a la Comuna de Asunción mejorar la seguridad en el cementerio debido a los constantes robos de placas conmemorativas de bronce y otros elementos con un valor significativo. “Esperamos que la Municipalidad mejore la seguridad porque hay robos de panteones en horas de la noche, constantemente. Ellos cuentan con cámaras de seguridad, incluso emitimos nota de denuncia a la Fiscalía pero nadie da respuestas y estamos pagando impuestos”, exclamó Vicenta Reyes.

En la misma situación se encuentra el Cementerio del Sur, que además refleja un aspecto descuidado con gran cantidad de basura y robos constantes en los panteones.

Emotivo. Los devotos relataron sus emotivas historias a ÚH. ”Este día es especial para nosotros, para honrar a quienes en nuestra vida significaron mucho, hace ocho meses falleció mi papá, vine del interior para acompañarlo en su memoria”, relató María Balbuena.

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