Fredy Rodas (20), hace un año atrás se encontraba trabajando en una construcción cuando una amoladora eléctrica sufrió fallas y lo lesionó. El mismo llegó hasta el altar principal de la Basílica de Caacupé apoyado de sus muletas, y al lado suyo marchaba su madre María Fariña, quien en su remera llevaba impresa la imagen de su hijo.
“Vengo a agradecer porque hace un año estaba entre la vida y la muerte”, mencionaba constantemente Fredy, oriundo de la ciudad de Coronel Oviedo, quien hace un año atrás sufruió un accidente laboral cuando se encontraba trabajando con una amoladora que, sufrió una avería y lo lesionó gravemente, según menciona Ultima Hora.
El mismo mencionó que llegó hasta el Hospital Regional de la ciudad de Coronel Oviedo a las 18:00 horas, el mismo debía ser trasladado hasta la ciudad capital por la complejidad de su lesión. Dijo que consiguieron una ambulancia a las 23:00 horas, pero no funcionaba el oxigeno; “por suerte estaba conmigo mi hermana que es licenciada y ella hizo el bombeo de forma manual hasta llegar al Hospital de Traumas”, mencionó.
Fredy estuvo por tres días en terapia intensiva y un largo proceso de rehabilitación. Considera que si no hubiese esperado la ambulancia tanto tiempo no perdería la pierna. Hoy día el joven ya se encuentra trabajando nuevamente en la albañilería, oficio que ejercía de manera independiente en la capital departamental del Caaguazú, antes de sufrir el accidente.
Dijo que ahora lo contrató un amigo, pero que quiere volver a independizarse. Para sus labores utiliza una prótesis provisoria, hasta que pueda adquirir una definitiva para poder desplazarse mejor. “Durante mi accidente tuvimos mucho gasto, por eso todavía no pudimos juntar para mi prótesis. Vimos en la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad (Senadis), pero nos dijeron que todavía no hay presupuesto”, indicó al medio nacional.
Para las personas interesadas en ayudar al joven constructor pueden comunicarse al; (0972) 611-159.