El joven Junior Garcete, de 23 años, concluyó hace pocos días su carrera de Ingeniería Agronómica en una universidad privada de Presidente Franco. Su caso fue viral en las redes sociales, porque pudo lograr un título universitario mediante la venta de remedios yuyos, diarios y cartones de bingo, junto a su padre y ahora pide una oportunidad para trabajar en su rubro.

Su caso es un ejemplo de superación porque terminó la carrera y ahora solamente falta la parte protocolar. En ese sentido, dijo que muchas personas dicen que no tienen un trabajo fijo, por eso no estudian, sin embargo, mencionó que hay que esforzarse y no desaprovechar las oportunidades, porque los ratos de ocio pueden esperar, pero la formación académica está en primer lugar.

“Yo sigo trabajando con mi papá acá en nuestro puesto de ventas que tenemos en la avenida Miguel Medina, pero pido una oportunidad para conseguir un trabajo en mi profesión, para demostrar mis conocimientos que obtuve en la universidad”, expresó el joven ingeniero agrónomo.

Reveló que siempre fue un alumno regular, que en muy raras ocasiones dejó sus exámenes para la segunda oportunidad y que con los resultados puede decir que honró la confianza de su padre. Según Junior, desde la etapa de la escolar básica ya tenía bien claro que carrera seguir en la universidad y anteriormente con su familia cultivaban los remedios yuyos para la venta, por lo que entendió que su vocación era el sector del agro.

“LOGRAMOS LA META”

Don Ignacio Garcete, el orgulloso padre del ingeniero Junior, comentó que tanto en el sector público, en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) o en las empresas privadas del rubro, él puede demostrar su capacidad en la dependencia que lo contraten. Igualmente, acotó que en las empresas del sector privado él está en condiciones de ingresar.

“Yo solo pido una oportunidad para él, creo que ya cumplí con él como padre, nos pusimos la meta para que vaya a la universidad y él dio de su parte. Ojalá le den la posibilidad de demostrar sus conocimientos”, explicó.

El padre apuntó que ni siquiera estuvo en agenda la posibilidad de ir la carrera de Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional del Este (UNE) por la distancia (la unidad académica está en el km 17 de Minga Guazú) y el horario de clases, porque no le permitiría trabajar y ayudarlo para costear los gastos diarios de la familia.

“Estoy consciente del sacrificio de mi padre, de mi familia y el mío propio, puedo decir que ya no soy un poha vendeha, pero seguiré aquí en el puesto de ventas con mi papá hasta conseguir un empleo en mi profesión. De hecho, estoy haciendo algunos trámites, pero todavía no tengo nada concreto”, reveló Junior Garcete.

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