Desde los 15 ya era la peluquera de su barrio. Tras varios momentos difíciles logró su sueño.

Como todas las niñas, Leticia Peralta soñaba con una gran fiesta de 15 años. Pero se le presentó la oportunidad de seguir un curso de peluquería y decidió dejar atrás el festejo.

“En mi colegio se fueron a hacer un censo donde nos preguntaban qué queríamos estudiar. Yo puse peluquería y luego de un tiempo salí adjudicada, me iban a hacer un descuento, pero como mi familia era muy humilde tenía que decidir entre mi 15 o el curso”, relató la mujer.

Letty contó que su padre le pagó el curso completo por un año, pero justo en el día en que terminó su progenitor tuvo un derrame y al poco tiempo falleció, por lo que no pudo verla recibirse.

Tras el triste desenlace, la familia debía seguir para el sustento. Entonces, la chica empezó haciendo trencitas a G.3.000, sus hermanos le construyeron un localcito de madera en su casa en Coronel Oviedo. “Una de mis hermanas que trabajaba en España me mandó para mi planchita, pero faltaba el secado. Le secaba el pelo a mis clientas con un ventilador”, contó entre risas.

La joven, quien ahora tiene 26 años, relató que tras terminar su colegio tuvo que dejar su pueblo natal en busca de un futuro mejor. Se fue a Salto del Guairá. “Trabajé por un año como limpiadora, luego caí enferma y ya no pude trabajar. La situación se complicó ahí porque yo no hablaba portugués”, relató.

Tras varios momentos difíciles, llegó a Asunción, donde se casó y tuvo una hija, quien ahora tiene 4 años.

“Mi marido me ayudó a salir adelante porque sufrí una depresión postparto muy fuerte. Empecé a estudiar maquillaje. Vendí un terreno que me dejó mi papá, compramos los muebles y hoy tengo mi local”, comentó.

La mujer refirió que hoy en día tiene 18 certificados, tiene su propio local más acondicionado, donde ofrece cursos, servicios de maquillaje y peluquería en Luque.