El cierre comenzará el próximo viernes, día en el que comienza el Rosh Hashaná o Año Nuevo judío, y terminará el 1 de octubre. El Ministerio de Sanidad israelí detalló que durante el último día se han confirmado 4.015 casos y 22 fallecidos, lo que sitúa los totales en 144.267 y 1.075.
El grupo que coordina la lucha contra el coronavirus en Israel ha acordado durante la noche de este jueves un confinamiento de todo el país, que se extenderá 14 días, después de que las autoridades sanitarias hayan confirmado más de 4.000 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas.
El cierre comenzará el próximo viernes –día en el que comienza el Rosh Hashaná o Año Nuevo judío– y terminará el 1 de octubre. La población únicamente podrá moverse en un radio de 500 metros desde su domicilio y todos los negocios se cerrarán, incluidos los restaurantes.
Además, según informa el diario local Jerusalem Post, el sistema educativo también se paralizará. Mientras, los servicios esenciales podrán continuar operando, incluidas las farmacias y las tiendas de alimentación, que podrán permanecer abiertas.
Por su parte, la población podrá acudir a lugares de culto permitidos, pero el aforo se ha reducido de 20 a diez personas. Las restricciones comenzarán a relajarse el 15 de octubre, que es cuando el Ejecutivo israelí pretende reiniciar su sistema de semáforo.
El Gobierno de Israel ha confirmado este jueves nuevos máximos diarios en casos y fallecidos por coronavirus. El Ministerio de Sanidad israelí ha detallado que durante el último día se han confirmado 4.015 casos y 22 fallecidos, lo que sitúa los totales en 144.267 y 1.075, respectivamente, según ha informado el diario ‘The Times of Israel’.
Asimismo, ha señalado que en estos momentos hay 488 pacientes ingresados en estado grave, incluidos 143 que se encuentran conectados a respiradores, lo que supone igualmente una cifra récord en Israel desde el inicio de la pandemia.
Esta semana el Gobierno ya había aplicado un toque de queda nocturno -entre las siete de la tarde y las cinco de la mañana- en 40 de las localidades con mayor índice de contagios del país, en su mayoría árabes, además de varias ciudades y asentamientos con población judía ultraortodoxa.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha defendido durante la jornada la necesidad de tomar medidas para hacer frente al incremento de los casos y ha desvelado que el jefe de la respuesta ante la pandemia, Ronni Gamzu, “ha hecho ondear una bandera roja” ante la situación.
“Debemos tomar medidas con cuidado, no de forma precipitada, así que esto lleva muchas horas. Sin embargo, debemos hacerlo lo suficientemente pronto para que todo pueda ser organizado de cara a las festividades”, ha remachado el mandatario.
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