Pacientes oncológicos del IPS gastan hasta G. 1 millón cada 15 días en fármacos para la quimioterapia. Como si el cáncer esperara, la previsional pide «paciencia» hasta la primera quincena de febrero.

Johana Villalba acompaña a su tía, quien debe tratarse de cáncer en el colon. Vienen de Caaguazú cada dos semanas para la quimioterapia en el Hospital Central de IPS. Se quedan al menos 3 días, que es lo que dura la internación. Vuelven.

“Tenemos que juntar entre G. 600.0000 y G. 700.000 cada 15 días porque acá no hay medicamentos. Si no tenés la plata, no se te hace la quimioterapia”, lamenta la joven con la impotencia de quien sabe que mensualmente su tía paga un seguro social que ahora no le cumple.

Otros pacientes, como el esposo de Raquel Domínguez de Ávalos, juntaron plata gracias a la solidaridad de compañeros de trabajo. “La medicación completa para las 12 sesiones nos costó G. 32 millones. Y si no tenés, ¿qué hacés? Hay gente que llora porque viene acá y si no hay medicamentos no te hacen”, dice.

El marido de Raquel también tiene cáncer de colon, el cuarto entre los cánceres más frecuentes en el país. El lunes se hizo la cuarta sesión de la quimio. La primera vez que se hizo el tratamiento no compraron nada, recuerda, según publica Abc Color. 

Las mujeres hicieron su lista de faltantes: Leucovorina, Filgastrin, Irinotecan, 5- Fu y la bomba de infusión que se usa para suministrar esos medicamentos durante la quimioterapia.

Un paciente a veces puede usar entre 14 y 16 de las ampollas de Leucovorina, que dependiendo del laboratorio cuesta entre G. 35.000 y G. 90.000, explican. Si consideramos 16 ampollas a G. 35.000, sólo en este producto se gasta G. 560.000.

La leucovorina es uno de los fármacos que los asegurados deben comprar para la quimioterapia.

En otros casos pueden necesitar entre tres y cinco dosis de Filgastrin, a G. 150.000 cada una. En total, el asegurado paga entre G. 450.000 y G. 750.000 por este inyectable.

“Entre G. 600.000 y G. 1.000.000 es lo que tenés que traer contigo para comprar fuera del hospital. En mi caso, a mi paciente le dieron 12 sesiones; vamos por la novena. Desde la quinta es que comenzamos a comprar la Leucovorina”, dice Verónica Galeano. Su papá tiene cáncer de estómago.

Tanto Verónica como las demás familiares destacan el buen trato de médicos y enfermeras del área oncológica: “Hacen hasta lo que ya no pueden. Hay veces que ellos mismos están comprando jeringas o poniendo guantes para sus pacientes”.

El problema es que no hay remedio.

LA PROMESA DE IPS: REMEDIOS EN FEBRERO

El gerente de Abastecimiento y Logística de IPS, Armando Rodríguez, dijo que la previsional comprará los medicamentos oncológicos por la vía de la excepción para reponer los faltantes. “En 10 días ya tendríamos el producto adjudicado. Para la (primera) quincena de febrero esos remedios ya tienen que estar en el parque sanitario para los asegurados”, aseguró.

Esta “vía rápida” permitirá un abastecimiento de tres meses en cuanto a los productos oncológicos, mientras corre la licitación para la compra de insumos y medicamentos en general que permitirá una provisión de 15 meses.

Rodríguez reconoció que hubo un retraso en la licitación de al menos tres meses, por lo que recién en noviembre se hizo el llamado. Mencionó que hubo problemas con al menos 380 contratos de proveedoras que ya tenían un presupuesto asignado, por lo cual no se podía disponer de esos recursos para nuevas licitaciones.

Cuando se le consultó por qué IPS no prevé este tipo de situaciones, señaló que la previsional estima un aumento de la demanda de pacientes oncológicos hasta en un 10%, pero que no pueden ir más allá de eso.

En un país donde el cáncer es la segunda causa de muerte, la explicación administrativa no satisface a quienes la padecen. “Son personas que ya de por sí están luchando por vivir con una enfermedad que puede ser mortal. No es solamente el paciente, son familias que están detrás”, reclama Verónica.

Los tiempos del cáncer no son los de una licitación.