El pasado 20 de setiembre, se recordó el día del Ingeniero Agrónomo, una profesión en auge dentro de un país que apunta a la agricultura como eje principal de desarrollo económico.
Una de las instituciones pioneras en lanzar los primeros profesionales del rubro agrícola en Coronel Oviedofue la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, que en el año 1983 iniciaba la carrera con 60 alumnos y en el año 1988 egresó la primera promoción que lanzó cinco ingenieros agrónomos.
Más de veinte años después, uno de ellos es el actual decano de Facultad de Agronomía, el Ingeniero Agrónomo Quirino Duarte Cabral, quien comentó que actualmente la casa de estudios cuenta con unos 130 egresados, y 240 alumnos del 1er al 5to año, que posteriormente deben realizar sus trabajos de tesis.
Destacó en que la Universidad Católica pone énfasis tanto en el desarrollo de las capacidades técnicas como humanas, y dijo que estos 130 profesionales que han egresado son exitosos, siendo algunos trabajadores de empresas productoras de alimentos, otros que emprendieron su propio negocio, así como destacados en la docencia.
En proceso de acreditación
Dijo que la acreditación de la carrera es un desafío muy grande para la academia, y agregó que no están ajenos a las responsabilidades y exigencias del momento. Explicó que se encuentran en la etapa de autoevaluación, para lo que están en constante capacitación y así lograr la acreditación de la calidad de enseñanza que imparte la institución que ha lanzado profesionales de primer nivel; de parte del organismo encargado que es la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES).
Mencionó que hay varios componentes que son necesarios para el efecto, tanto la parte de recursos humanos, así como la académica, los egresados y la infraestructura. Con relación a ese último punto, cabe destacar que la facultad cuenta con uno de los laboratorios de suelo más modernos a nivel regional, que no sólo tiene un enfoque académico sino también social, ya que se brinda un importante servicio a los productores locales que necesitan analizar sus suelos.
En un paralelismo, apuntó que los estudiantes se preparan para que el día de mañana ellos puedan ser como los médicos, a quienes se les lleva los resultados de análisis e indican al paciente una receta para la salud humana“algo así también se realiza con el suelo, un ingeniero agrónomo debe estar preparado para interpretar los análisis laboratoriales de suelo de modo a conocer las necesidades de nutrientes, debe estar en condiciones de saber interpretar para dar la recomendación al productor”, dijo.
APOYO A LA AGRICULTURA FAMILIAR
No se puede dejar de mencionar a la agricultura familiar si habla de agronomía, ya que está ampliamente ligada a la producción de alimentos en nuestro país.
En ese sentido, el Ingeniero Duarte, dijo estar preocupado con la situación actual, “pareciera ser que los pequeños productores están desapareciendo, ya que los hijos están abandonando las fincas porque no ven el rubro como una opción rentable”.
Explicó que esa realidad es resultado de la falta de profesionalización en las fincas, y la no aplicación de las Buenas Prácticas Agrícolas, pues si los jóvenes optan por esta carrera y al egresar se animan a volver a su campo y se dedicasen a la producción de alimentos aprovechando los conocimientos adquiridos garantizarían el éxito en el rubro.
Por otro lado, dijo que es importante implementar políticas públicas eficaces, subsidiando no el precio de los productos, sino el precio de los insumos, como semillas, fertilizantes, infraestructura, el otorgamiento de créditos blandos de manera a reducir los costos de producción y la profesionalización a través de la asistencia técnica.
Dijo que en la casa de estudios, instan a los jóvenes que egresan a que se dediquen a producir alimentos en sus fincas, dotarse de infraestructura para el efecto y emprender actividades a nivel de campos ya que es la necesidad básica del ser humano, y con la situación actual se podría llegar al trágico hecho de estar importando maní, mandioca, y otros. “Queremos que los losjóvenesp vean la agricultura familiar como una alternativa válida y rentable”, apuntó.
Enfatizó en que se debe profesionalizar la agricultura, “el agricultor debe manejar conocimientos sobre el mercado, clima, técnicas de producción, economía, y otros”, ya que el problema más grave de los pequeños productores es el costo alto y bajo rendimiento de producción, que como consecuencia hace que llegue al consumidor con un precio elevado ypor eso no se puede competir con extranjeros que trabajan con más ventaja.
LAS BUENAS PRACTICAS AGRICOLAS Y GESTION DE RIESGO
Duarte mencionó que son dos elementos fundamentales para el desarrollo de la agricultura familiar y explicó los motivos:
Se debe hacer bien las cosas desde que se eligen el suelo hasta que el producto llega a la mesa del consumidor.
Si bien, en nuestro país los consumidores no somos exigentes aún, en el MERCOSUR están muy avanzados en cuanto a las exigencias de calidad de los productos que le llegan a su meza, y en Paraguay debemos llegar a eso, todas las fincas deben tener la certificación de calidad de alimentos.
Dijo que las buenas prácticas agrícolas inician desde que el productor elige el suelo donde va a cultivar, y el rubro al que se dedicará. Se deben realizar análisis del agua que utiliza para el sistema de riego, así como el suelo, la sanitación de los plantines, el uso de banderolas ya que si no hay control se puede pulverizar y antes de terminar su periodo de carencia ya se cosecha, etc, todas estas cosas se deben tener en cuenta por los consumidores, estar seguros que el alimento que consumen es sano. Esto ayuda en primer lugar al productor que reduce sus costos al hacer bien las cosas, y en consecuencia tiene también mercado seguro.
Por otro lado se refirió al control de riesgos, y dijo que en el país tenemos problemas sociales porque en la agricultura familiar es muy riesgosa, y eso se debe prever, “los riesgos climáticos, para evitar pérdidas se utilizan mallas anti granizos, barreras rompevientos y otros, además se debe evitar el riesgo técnico, es decir no se debe optar por un rubro desconocido por el productor, se debe tener la capacitación y técnica suficiente en determinado producto.
Por otro lado, se debe planificar la producción en función al mercado, lo que se conoce como “riesgo de mercado”, no se debe tener en cuenta la época de cosecha y el mercado para el cual se produce.
También existe el riesgo financiero, que se refiere las altas tasas de interés que elevan el costo de producción muy alto que no permite competir con productos extranjeros.
Estos riesgos que en nuestro país son muy altos impiden que el seguro a la pequeña agricultura sea aplicable, pero todos esos riesgos se pueden mitigar con políticas públicas que apunten a ese objetivo.
Dijo que como país son dos grandes desafíos, por lo que desde la Universidad Católica las Buenas Prácticas y la Gestión de Riesgos son incluidas en las materias, incluso varios docentes se encuentran participando de importante curso sobre el tema, de modo a estar preparados para transmitir esos conocimientos a los futuros profesionales que ya van a egresar con esas instrucciones.