El Instituto Nacional del Indígena (INDI) habilitará cuatro oficinas regionales para descentralizar la atención de unas 700 comunidades existentes, anunció ayer su titular Ana María Allen.
Lo hizo frente a un grupo de indígenas que llegó hasta la sede de la institución para entregar una nota en la que exigen la intervención de las entidades para aplicar las leyes, defender los derechos humanos y la cultura de los pueblos indígenas.
Según Allen, una de las primeras oficinas será habilitada en la Gobernación de Boquerón, donde ayer partieron dos camiones militares llenos de víveres.
La siguiente en Caaguazú y el próximo mes en Canindeyú y Concepción. Allen reconoció que existen muchos problemas que debe enfrentar la institución.
Mencionó, por ejemplo, problemas de títulos de inmuebles, pérdida de documentos, invasiones de tierras y también de grupos étnicos que se dedican a extorsionar invadiendo plazas.
Los nativos entregaron nota del mismo tenor al Ministerio Público y al Congreso Nacional.