El Club Escuela Solidaria (CES), que opera en la comunidad de Cateura desde el 2017, afirma que los incendios y quemas de basuras son resultado de un sistema educativo fallido que no enseñó en el área de ciencias los daños ocasionados por incendios tanto en el medio ambiente como en la salud humana y animal. Aseguran que hay una cultura de quema de basuras y pastizales tanto en la ciudad como el campo y, lo que es peor, las personas que practican la quema no tienen consciencia del daño que ocasionan y lo seguirán haciendo.
“El tema de los incendios es una cultura popular entre la gente que quema basura y la gente que vive en el campo. Los que realizan esto, en su mayoría no cree que esta actividad tenga un impacto maligno –para la salud humana, el medio ambiente y los animales–, creen que no es malo, simplemente es un modo de operar, un modus operandi para utilizar la tierra, para mejorar el espacio físico y para deshacerse de la basura”, señaló Sebastián Da Ponte, representante de CES..
«Estos son problemas traídos de la falta de conocimientos en ciencias, de una educación que no ofrece ítems primarios para entender cuáles deben ser las disposiciones finales de las basuras, el tratamiento, solo porque sea más barato quemar para las plantaciones y no tener en cuenta los factores de riesgo y todo lo que implican los daños colaterales al sistema natural es porque el sistema educativo no enseñó valores científicos ni éticos”, agregó Da Ponte.
Ante este grave problema y otros más, como la nutrición de niños en edad escolar, el CES replantea el sistema educativo con una enseñanza libre, en la que el niño elige a qué cátedra quiere entrar.
Las clases se dan de forma simultánea y las cátedras son: ciencias, idiomas, matemáticas, inteligencia emocional, tecnología, robótica, transmisión (lo que normalmente se conoce como comunicación o literatura), motricidad, deportes. “Si un niño elige la cátedra de ciencias, no significa que dejará de lado las demás materias que son igual de importantes a la que eligió, sino más bien aprenderá idiomas como castellano, guaraní e inglés y matemáticas con un mayor rango de importancia hacia las ciencias. Si elige la clase de idiomas, no dejará de tener ciencias, matemáticas o tecnologías, pero tendrá mayor énfasis en los idiomas.
Inteligencia emocional
En el área de inteligencia emocional, CES cree que la malla curricular replanteada y reformada debe incluir esta especialidad, ya que depende mucho de esto el éxito de una persona. Si el niño asiste a clases de inteligencia emocional, no deja de tener otras asignaturas como tecnología o robótica.
ienen también una cátedra denominada transmisión, que es lo mismo a comunicación con un enfoque vanguardista, con oratoria, neurocomunicación, neurolingüística y en esa área trabajan especialmente con profesionales especializados en ciencias de la comunicación, periodismo. También cuentan con fonoaudiólogos y cada uno de los especialistas se enfoca en su área.
La cátedra de motricidad es para los niños de cero a ocho años, es un área destinada a primera infancia en la que se encargan que los más pequeños sepan utilizar las capacidades motoras y psicomotrices, la motricidad fina, que son importantes para el desarrollo del niño antes de ingresar a las aulas a aprender sobre ciencia, literatura o idiomas.
Cátedra de deporte no es solo jugar
“A través del juego, el arte y programas pedagógicos hechos especialmente para ellos para que puedan desarrollar habilidades”, resaltó Da Ponte. En el área de deportes, que son ajedrez, atletismo, básquet, esgrima, rugby, entre otros. “La cátedra de deportes no significa que el niño esté jugando todo el tiempo rugby o esgrima, sino que también está aprendiendo, por ejemplo, leyes de física, arte, matemáticas, geometría, tecnología y todo esto a través de una clase de básquet. También aprenden a través del deporte, disciplina e inteligencia emocional”, precisó Da Ponte.
Por otro lado, el himno nacional, en las clases del CES, se canta como civiles y no como militares, lo que, según ellos, se enseña en las escuelas. “Nosotros tratamos de romper el orden, no tenemos pizarrones, pupitres, somos como una escuela itinerante y mucho más cómoda, incluso utilizamos más tiempo al aire libre que estar encerrados en cuatro paredes”, detalló.
También cuentan con cátedras como medicina, aseo personal, nutrición, talleres de arte. Este último importante para expresarse; conocen, por ejemplo, sobre la pintura eléctrica o en una clase de música aprenden sobre la reavivación del sonido, la acústica y cómo se trabaja eso, por ejemplo, o aprende a modular la voz. En clases de baile, aprende sobre las leyes de gravedad.
Clases virtuales, ¿éxito o fiasco?
Hay también un área denominada cine, en la que se preparan para los chicos audiovisuales explicativos, lo que es muy importante para el desarrollo analítico y crítico en los niños.
“Le escuchaba hace poco al ministro –de Educación, Eduardo Petta– presentando un informe sobre el éxito de las clases virtuales. Yo creo que el primer gran error del MEC es que trasladó la metodología presencial a la virtual. Ya la presencial tenía fallas, la malla curricular presencial ya está desfasada, ya no servía hace muchísimos años y venían insistiendo en estas clases con una supuesta transformación educativa y realmente todo fue un fiasco. Es un grave error haber disfrazado las clases presenciales en virtuales”, criticó.
Agregó que otro de los grandes errores cometidos en el sistema educativo fue “atropellar” en un país donde no están desarrolladas las capacidades tecnológicas. “Hasta ahora no sabemos por qué el Ministerio de Tecnología no invirtió en una plataforma en donde realmente se pueda utilizar el internet de manera eficiente. Y los padres no fueron preparados para poder enseñar a sus chicos; o sea, los tutores tienen grandes problemas de frustración a la hora de enseñar a sus hijos porque nadie les enseñó a enseñar”, refirió.
Según CES, los errores a los que incurre el sistema presencial son catastróficos por repetir contenidos desfasados y que la misma metodología de enseñanza-aprendizaje está caduca.
“Ahora le entregamos kits de alimentos y educación para que desarrollen en sus casas, y estamos abriendo un programa ‘Smart Róga’, que es recolección de celulares usados para poner un software de nuestra pedagogía. Durante 5 meses hicimos esto, desde marzo hasta agosto, ahora en octubre retomamos. Entregamos 1.600 kits entre Cateura, Tablada, Chacarita, Loma San Jerónimo y Luque”, refirió Da Ponte al ser consultado sobre las clases del CES durante la pandemia.
// La Nación